Hoy los comentarios acerca de la intervención del senador Ricardo Monreal acerca de su papel negociador para que en la cámara de diputados, debido a la torpeza legislativa de protagonistas políticos como Gerardo Fernández Noroña, por citar el caso más emblemático del uno de los muchos voluntaristas políticos que existen en México, (dice Bobbio que el voluntarista político es aquel se viste como político, que habla el lenguaje político, que logra posiciones políticas, PERO QUE NO SABE HACER POLÍTICA) estuvieron a punto de echar por la borda el tratado de comercio entre México, Canadá y Estados Unidos.
Los diputados como Fernández Noroña pretendieron, debido a su nulo conocimiento de los reglamentos legislativos, que en el periodo extraordinario que se celebrará hoy en San Lázaro, además de la discusión sobre las leyes secundarias del T-MEC, se incluyeran otros temas en la sesión.
Un periodo extraordinario se convoca para tratar EXCLUSIVAMENTE el asunto que debe discutirse y, en su caso, aprobarse.
Cito a mi amigo Francisco Garfias en su leída columna de hoy, Arsenal, que publica en Excélsior.
“Vaya mensaje que le mandó la Cámara alta al investigador universitario John Ackerman, quien apenas hace unos días pedía a senadores de Morena la destitución de Ricardo Monreal como coordinador de ese grupo parlamentario.
En cuestión de horas, el legislador zacatecano logró dar vuelta al ambiente de rompimiento de Morena y sus aliados con la oposición que prevalecía la noche del domingo.
Ese distanciamiento, por una necedad del diputado Mario Delgado, puso en la tablita la celebración del periodo extraordinario de sesiones para armonizar el marco jurídico mexicano con el T-MEC, que entra en vigor mañana.
Superado el escollo, los senadores le entregaron ayer al presidente López Obrador las cinco leyes que se requerían para el citado ajuste al marco jurídico.
Falta la Cámara de Diputados, pero no vemos cómo Delgado podría quitar al mandatario mexicano, antes de su viaje a Washington, todo el respaldo institucional.
* Al líder de los diputados de Morena le quedó grande el saco. Se le complicó la convocatoria al periodo extraordinario por la necedad de incluir en la agenda “otros temas” que nada tienen que ver con el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.”
Y otra vez Monreal saca del apuro al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Yo me pregunto, siguiendo la ruta de Pancho Garfias: ¿Y qué hubiera pasado si, en caso de ser un operador político de primer nivel del presidente AMLO, hubiera sido John Ackerman, de quien por cierto no encuentran su cédula profesional como abogado por ningún lado, el componedor de tamaño enredo cameral?
Respuesta por demás obvia.