No es casual que octubre sea un mes de importancia para los países de todo el orbe, pues gobiernos y sociedad han impulsado una mayor concientización sobre el cáncer de mama y México no es la excepción:

Si al cruzar una calle tomamos previsiones para cuidar nuestra vida, ¿por qué no hacerlo cuando sabemos que el cáncer de mama es ya la primera causa de muerte entre mujeres de 25 años en adelante, que cada 30 minutos se diagnostica un caso, y que cada 90 minutos fallece una mujer?

Datos del sector salud nos dan esperanza: el 97 por ciento de los casos pueden ser curados con una detección temprana del problema. Sin embargo, las cifras de prevención en la realidad son demoledoras: 78 por ciento de las mujeres de entre 50 o más años llegan en etapa avanzada al médico, número similar en aquellas de entre 40 y 49 años (67 por ciento), lo que reduce la efectividad de los tratamientos disponibles en la materia.

Y para hacer frente al mismo, el gobierno de la República ha ampliado la cobertura gratuita, especialmente para los sectores más necesitados y aunque falta avanzar en ello, debemos advertir que sin prevención, difícilmente podrá abatirse.

De 2012 a la fecha, el sector salud ha realizado más de 6 millones 300 mil mastografías, y se han instalado tres nuevas Unidades de Especialidades Médicas para la Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama en los estados de México, Sinaloa y Zacatecas. Actualmente, operan ya 15 unidades de este tipo en el país.

Asimismo, en seis años el interés de las mujeres por frenar esta enfermedad, se demuestra en que una de cada cinco se practica una mastografía, en tanto que en 2009 sólo lo hacía una de cada 10 mujeres.

A nivel mundial, la tasa de supervivencia al cáncer de seno es del 80 por ciento en países desarrollados como Estados Unidos, Canadá, Suecia y Japón. En los países de ingresos medios, esta cifra se reduce al 60 por ciento, y en los países de escaso desarrollo baja al 40 por ciento.

Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que los factores de riesgo que contribuyen al 21 por ciento de las causas de muerte en las mujeres que padecen cáncer de mama, son atribuibles al alcoholismo, al sobrepeso y obesidad, y a la falta de actividad física.

Con el amor y la pasión que las mujeres asumimos el cuidado y protección de nuestros seres queridos, es vital asumir la responsabilidad de nuestra vida: vayamos al médico al detectar en nuestros senos coloración anormal, hundimientos, bolitas o bultitos que se muevan y salida de líquido de las mamas.

Y ojo, los hombres, aunque en menor proporción, también pueden padecerlo. Informarnos y revisarnos no cuesta y salva vidas.