Hablemos de política, de negociación y táctica. Hagámoslo en cinco pasos.

1.- En una encrucijada

Innecesariamente se convence o lo convencen (a estas alturas ya da igual) de que necesitaba los votos de la disidencia magisterial para ganar.

Para que el apoyo fuera total, se compromete a derogar (parte del problema es que en algunas ocasiones usó la palabra abrogar) “la mal llamada reforma educativa” de 2013.

Pero no solo eso, para también sumar a los “inconformes de los inconformes”, una vez declarado vencedor en las contiendas presidenciales, influye para que su antecesor —carente ya de todo poder y legitimidad— deje libre a la Maestra Elba Esther Gordillo. Sí, a la misma lidereza que él en su momento había metido en prisión.

Pero llegó después el tiempo de retribuir los respaldos (varios y variados) que recibió, y de ahí la encrucijada en la que se encontró.

2.- Enésima consulta y el planteamiento resultante

Establece una nueva serie de foros de acercamiento con todos los interesados (exceptuando a los evaluadores, acreditadores y organismos internacionales, claro está), privilegiando las voces de los que supuestamente nunca habían sido escuchados.

Así, poco importaron las innumerables consultas que se les hicieron previamente a los docentes, así como las vejaciones y abusos a las que estudiantes, padres, otros docentes, autoridades y ciudadanos fuimos expuestos —ya no se diga tuvimos que escuchar durante años- por parte/“voz” de distintos grupos. Toma de calles, escuelas, oficinas y casetas, plantones, destrozos, atropellos, golpes y hasta asesinatos en importantes capitales del país, incluyendo al extinto DF, pero no exclusivamente.

Más tarde, desarrolla, adopta y presenta un nuevo discurso, el de la contra reforma, que se centra en revertir el descrédito del que, dicen, fue objeto el Magisterio Nacional, así como desterrar la evaluación “punitiva” que los sojuzgó... (ningún maestro perdió su trabajo por causa de la evaluación docente). A cambio, pasó a ignorar los cientos de otros avances que conlleva la reforma educativa que impera hoy en día. O, ¿qué, ya se nos olvidó que antes del 2014 no contábamos con padrón de maestros, de escuelas o de alumnos? ¿Que no había actualización de programas de acuerdo a un nuevo modelo educativo? ¿Que no se evaluaba y daba a conocer las cifras relativas al conocimiento adquirido por los estudiantes en comparación a otras partes del mundo? Puedo seguir enlistando por toda la eternidad.

3.- Pláticas y el rechazo

Luego, se reúne (allí sí a puerta cerrada) con los maestros inconformes, mediando el apoyo del Poder Legislativo; al fin que controla su mayoría en ambas cámaras.

Les presenta una iniciativa que básicamente elimina el componente de la evaluación. La que se aplica a los maestros para permanecer frente a aulas o en determinada función del servicio profesional docente, pero también la que se le realiza a él, puesto que el INEE —hasta hoy— emite y valida la correcta aplicación los criterios para evaluar TODOS los componentes del sistema educativo nacional, incluyendo al estudiantado, a la infraestructura escolar y, sí, hasta a la propia SEP federal y a las locales...

Sin embargo, la propuesta es rechazada por la CNTE y no se llega a un acuerdo legislativo, lo que hace absolutamente evidente lo que se sabía desde siempre: que a la Coordinadora y a otros allegados solo les interesa algo que la reforma estructural peñista les quitó. Esto es, el control de la nómina magisterial y de la plazas docentes.

Pero eso sí, decide que él eso no lo va a ceder. Como ejecutivo federal ello también le interesa y mucho; embona a la perfección con el esquema de centralización impulsado por la 4T.

De la “maistra” no se tiene que preocupar por ahora (ya habrá tiempo); ella y su gente están satisfechos con poder montar un partido político nuevamente y con la posibilidad (definitivamente ya no hay prohibición) de que pugne por arrebatar de vuelta el control del SNTE.

4.- El falso veto y los amparos

Entonces pasa a emitir un memorándum de veto, a sabiendas de que eso no existe y que es a todas luces impugnable jurídicamente hablando. En este, instruye a su equipo a dejar sin efecto todas las acciones resultantes de la reforma vigente.

De paso, lanza una serie de conceptos como son “educación pluricultural”, los cuales difícilmente se pueden poner en marcha, menos aún validar.

Pero, además, deja entrever a la CNTE que él aún tiene —ahí sí dentro de sus atribuciones— unas cartas que jugar que mucho le interesan a la Coordinadora: entre ellas, flexilización en los procesos judiciales, reinstitución de maestros en plazas, etc.

Por cuanto a la ilegalidad del memo al asumir las facultades del Legislativo y Judicial, no se preocupa tanto; sabe, de entrada, que el Poder Judicial determinará en contra y que pronto este escrito será sujeto a amparos de todo tipo. Comenzando por los que presenten los propios miembros de su gabinete (SEP, SEGOB, SHCP). Esto es, sus funcionarios no tendrán que llegar a violar la ley de facto.

5.- Triste medio que no justifica el fin

Con ese papel, reta a la CNTE a aceptar su contra reforma a cambio de las últimas dádivas adicionales prometidas.

La Coordinadora sabe que no hay posibilidad real (constitucional y legal) de abrogación de la Reforma de Peña Nieto, por lo que la única opción que tienen es aceptar la aprobación legislativa federal de su nueva reforma, so pena de que sigan “padeciendo” la de Peña Nieto.

En todo caso, el resultado es que el ejecutivo federal mantendrá el control de la asignación de las plazas del magisterio, así como del pago de sueldos y prestaciones a todos los maestros del sistema público educativo. A la vez, el sistema educativo nacional y gobierno, como autoridad educativa federal, ya no estará sujeta a evaluaciones externas.

Conclusión

Hay quienes dicen que “de lo perdido, lo encontrado”... si bien, no es el caso de quien suscribe esta columna.

Creo que todos hemos sido engañados y estamos a punto de perder bastante. Unos —pocos, y lo que es de menos— al pensar que no había estrategia en todo esto; otros —más— al ser privados de una educación de calidad; todos, como mexicanos, al ser robados de un futuro como país.