Aunque cuidar de tu salud es importante todos los días de año, también puedes seguir la tradición y enfocar tus esfuerzos al año que comienza.

Los siguientes puntos pueden ser excelentes propósitos para mantenerte sano durante el 2016.

1.- Hacer ejercicio.

Seguramente es uno de los propósitos más frecuentes, más fáciles de prometer, pero más difíciles de seguir. Lo cierto es que este hábito puede cambiar o literalmente, salvar tu vida.

En el mundo moderno, el sedentarismo (no moverse) es bastante común entre la gente y esto ha incrementado la propensión a la obesidad, la diabetes tipo 2 y los infartos al miocardio.

No se requiere convertirse en un atleta, pero 30 minutos diarios dedicados solamente a la actividad física (caminar, correr, nadar, etc…) pueden hacer la diferencia.

2.-  Comer sanamente.

En los últimos años se ha hablado mucho sobre la importancia de la alimentación. México es el segundo país en obesidad a nivel mundial por lo que es urgente el saber alimentarse sanamente.

Más allá de hablar sobre alimentos “chatarra” o prohibidos y seguir buscando culpables entre las grandes corporaciones, es importante el aprender a tener una dieta que incluya alimentos de todos los grupos, siguiendo las recomendaciones de la Secretaría de Salud en el “Plato del bien Comer”. Recordemos que los alimentos deben de prepararse y consumirse siempre en las mejores condiciones posibles de higiene.

Se puede consultar el Plato del Bien Comer en esta liga: http://goo.gl/CcUkJJ

3.- Lavarse las manos (mucho).

Una excelente costumbre que resurgió a partir de la epidemia de Influenza H1N1 de hace una años, es la de lavarse las manos continuamente. Cuanto no es posible hacerlo con agua corriente y jabón, debemos utilizar gel desinfectante de manos.

El lavado continuo de las manos nos ayudará no solo a evitar las gastroenteritis y las infestaciones por parásitos como las amibas; también ayudará a prevenir contagios de infecciones respiratorias, que se dan al tocar las manos u objetos de gente enferma, que estén contaminadas con gotitas de saliva por estornudar, toser o hablar.

4.- Dejar de fumar, ya. Para siempre.

El fumar es una causa importante de cáncer; sin embargo, ese no es el mayor de los problemas.

El tabaquismo es uno de los factores de riesgo cardiovascular más grandes. El fumar incrementa varias veces la probabilidad de sufrir infartos cardíacos o cerebrales y acorta importantemente la esperanza de vida. Esta comprobado que el dejar de fumar tiene un impacto positivo casi inmediato sobre la salud. Dejar de fumar no es fácil, por lo que es muy recomendable pedir ayuda en tu Unidad de Salud más cercana.

5.- Tomar agua. Mucha agua.

El consumo de agua es necesario para un buen funcionamiento del organismo. Tanto el aparato digestivo como el urinario y el metabolismo en general, se benefician al tomar más de dos o tres litros de agua diariamente.

Aprendamos a tomar agua pura. Sin saborizantes ni azúcar.

Se ha hablado mucho de lo perjudicial que es el consumo de refrescos; sin embargo, se pasa por alto que las “aguas frescas” pueden llegar a contener la misma cantidad de azúcar que los refrescos. El consumo de agua pura siempre sería más saludable. Hagámoslo un hábito.

6.- Estar al día en las vacunas.

Uno de los avances mas importantes que ha tenido la humanidad, es el haber podido detener la mortalidad causada por varias enfermedades, muchas de ellas, prevenibles por vacunación.

México es seguramente el país que cuenta con el esquema de vacunación más completo y por ello ha logrado erradicar enfermedades como el sarampión y la poliomielitis. 

En México las vacunas son gratuitas.

Procuremos mantener al día las vacunas de los niños y acudir a vacunarnos contra la influenza cada año en caso de tener alguna enfermedad crónica o ser adultos mayores de 65 años. Es importante que las mujeres embarazadas reciban la vacuna de la influenza.

7.- Prevenir y detectar a tiempo.

Existen enfermedades como la diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer, que pueden evitarse llevando una vida saludable.

Existen variedades de cáncer que son completamente curables si se detectan a tiempo. Por ello, es importante realizarse periódicamente pruebas de acuerdo al grupo de edad y riesgo al que pertenezcamos.

Las mujeres deben realizarse autoexploración de las mamas cada semana, así como solicitar una mamografía, siempre de acuerdo con su médico.

De la misma forma deben realizarse anualmente la prueba para detección de cáncer cervicouterino (Papanicolau).

Los hombres mayores de 40 deben de efectuarse revisiones periódicas para detectar la hipertrofia prostática así como el cáncer de próstata en etapas tempranas.

Si se pertenece a uno de los grupos de riesgo para HIV o SIDA, debe acudirse al médico para solicitar las pruebas de detección correspondientes. La infección por HIV puede ser controlada con los medicamentos adecuados, siempre y cuando sea diagnosticada a tiempo.

La mejor medida para evitar las infecciones de transmisión sexual, que incluyen a la Hepatitis B y el SIDA, es practicar el sexo seguro.

8.- Alejarse de terapias alternativas.

En la segunda década del siglo XXI es importante el apegarse a lo que se denomina: medicina basada en evidencia.

Las terapias alternativas pueden en ocasiones hacer sentir mejor a algún paciente, pero de ninguna manera cuentan con la evidencia científica seria, que avale su efecto curativo. Por ello si nos encontramos enfermos, por ningún motivo debemos descuidar el tratamiento médico.

No son pocos los casos de pacientes que han empeorado en incluso fallecido por haber cambiado su medicación prescrita, por tratamientos pseudo-científicos, esotéricos o sin ningún fundamento.

9.- Aprender a distinguir la seudo-ciencia.

El tener acceso a mucha información en la era de la Internet, ha hecho que florezcan publicaciones con aparentes tintes de ciencia, pero que en realidad carecen de los fundamentos académicos y científicos básicos.

Es importante aprender a distinguir entre lo que ha sido investigado y escrito por verdaderos profesionales y lo que ha sido publicado por charlatanes.

No es una labor fácil para cualquier persona; sin embargo una regla básica a seguir es la siguiente: si suena demasiado bueno, extraordinario o milagroso, es mejor dudar de su veracidad.

En todo caso debemos siempre buscar la información en los sitios o revistas científicas y médicas serias o mejor aún: preguntar a tu médico.

10.- Seguir las indicaciones del médico.

Por algún motivo, la cultura en México hace que la gente ignore las indicaciones de su médico y prefiera aceptar y seguir consejos de terceras personas, familiares, comadres, etc.

Debemos recordar que el médico es el único experto en el cuidado de tu salud. Las instrucciones e indicaciones que brinda, están basadas en años de estudio y experiencia.

El pasar por alto al médico tratante, puede ponerte en riesgo de malas dosificaciones, efectos colaterales complicaciones e infecciones.

Si tienes alguna duda sobre tu salud, consulta siempre a tu médico. Pregúntale las veces que sea necesario.

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(El autor es médico cirujano y consultor en comunicación en salud)