¡Es sólo una prenda! ¿Qué puede pasar si prestas una de tus amadas pertenencias? probablemente nada, pero como diría mi abuelita ?en lo ajeno cae la desgracia?. Y de eso hablaremos en el siguiente artículo.
Prestar ropa a las amigas es equivalente a perder la ropa y también a la amiga. Las que tuvimos la fortuna de crecer con hermanas, teníamos el deporte extremo de pelear día y noche por zapatos, collares, aretes, calcetines, etc., fue un tipo de entrenamiento para el futuro, ya sea para pedir prestado o para prestar tus adorados ropajes.
Quizá la culpa la tengan esas personas que cuando les chuleas algo que traen puesto, te contestan con un -?cuando quieras?- ?a tus ordenes? es por culpa de esas contestaciones que da más confianza pedir esa prenda que tanto te gustó, y ahora deseas con toda tu alma.
Existen ciertos mandamientos sagrados para pedir ropa prestada:
No prestes lo que te prestan.
Nunca de los nuncas jineties un vestido que te prestaron. Es un acto desleal, es una traición que se paga con la sagrada e inflexible ?Ley del hielo? si es que llegan a cacharte.
La V de vuelta
Regresa la prenda rápidamente, como si no hubiera pasado nada, nunca pediste prestado nada, nadie se dio cuenta, la usaste y la regresaste tan rápido que pasó desapercibido el instante. No lo uses para varias fiestas, mucho menos cuando esas fiestas difieren entre un año y otro.
No te pases de tueste
Hay cosas que no se piden, la ropa interior, el negligé, los ¡ZAPATOS! Es de muy mal gusto regresarlos sin tacón, desgastados o hediondos.
Si no te entra no lo pidas
No se vale pedir un talla CH, cuando en realidad eres talla L. Tampoco se vale que fuerces las prendas para que te entren, o mandarles poner pinzas, un pedazo de tela o arreglitos para que te queden.
Las letras chiquitas
Revisa perfecto como se lava la prenda que te prestaron, normalmente las indicaciones vienen en la etiqueta. Aún así, pregunta al propietario como acostumbra lavar y cuidar la prenda.
Con jetas ¡Nada!
Aprende a identificar las muecas de tus amistades, aquellas que delatan un mensaje como ?¡COMPRATE TUS PROPIAS COSAS, PEDICHE!?
Trueque
Ofrece algo a cambio, ya sea otra prenda o algún tipo de bonificación o incentivo. Unas por otras, -si me prestas esto, yo te presto aquello-
Cumpliendo estas reglas obtendrás la confianza absoluta de tus proveedores de ropa prestada, no seas un dolor de cabeza cada que te arrimes a pedir algo. Al hacer uso de este sagrado reglamento, no será un problema que la gente deposite su confianza en ti, en cambio, saldrás más ajuareada de lo que imaginaste, con todo lo que necesitas para la ocasión especial.
[Ajuareada. Viene de ?ajuar?, se usa para expresar lo ganona que saliste en cierta victoria ?ya andas toda ajuareada?. Mujer muy arreglada, llena de joyería, bien maquillada. Que porta pulseras, aretes y collares en abundancia.]