Se antoja inminente la derrota electoral definitiva para la izquierda. Todo indica que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emitirá la declaratoria de validez de la elección presidencial y hará la declaración de Presidente Electo. En menos de un mes se confirmará el triunfo del priista Enrique Peña Nieto.

 

El Partido Revolucionario Institucional regresará a Los Pinos. Ni hablar. Pero que no retornen las atrocidades, la ignominia, la vileza y la mierda tricolor. Como mexicano no puedo desearle al ex gobernador de Edomex ningún tipo de mal para su gestión como titular del Ejecutivo Federal. El horno no está para bollos.

 

Ojalá y el PRI logre desde el poder echar adelante al país. Ya que en caso de no lograrlo, México acabará por caerse a pedazos.

 

A todos y cada uno de nosotros nos conviene que EPN resulte un buen gobernante, un gran estratega y un ejemplar jefe de Estado. Nos urge un buen Presidente.

 

Dicho esto, considero sería pertinente que la ciudadanía en su totalidad reconozca, en caso de que el TEPJF lo reconociere previamente, a Peña Nieto como el próximo Presidente de la República. El país se encuentra inmerso en una terrible crisis social y política, y en él se manifiesta una inmensa avidez de tranquilidad. Sólo en paz podremos crecer. Debemos unirnos en un afán de armonizar y serenar a la patria.

 

Las cosas no van nada bien. Los mexicanos no podemos darnos el lujo de mantenernos divididos por posturas partidistas o ideológicas. Se viven momentos de polarización, cuando lo que necesitamos es trabajar en conjunto para lograr el progreso y el crecimiento faltos. Insisto, el horno no está para bollos.

 

Ojalá y los partidos que conformen a la oposición a partir del primero de diciembre logren conducir sus actividades legislativas de forma conciliadora, democrática e inteligente.

 

Ha llegado el momento de evitar a toda costa la debacle de México. Despojémonos de nimiedades electoreras y veamos para adelante.

 

Por mi parte, en caso de que el Tribunal valide la elección, reconoceré a Enrique Peña Nieto como mi próximo Presidente. Lo criticaré cuando así lo considere pertinente y necesario; le exigiré en todo momento que cumpla con sus famosos compromisos; y por supuesto que le demandaré en caso de que no cumpla o haga cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen.

 

Vamos por la reconciliación nacional. Nos urge.

 

A crear conciencia.