Gracias a Dios están a punto de terminar las campañas. Sí, absolutamente todas desde la presidencial hasta las de alcaldes, diputados, gobernadores, en fin. Paulatinamente volverá la normalidad es decir el manejo de la información menos manipulada y menos tendenciosa, en algunos casos el período de reflexión de tres días que marca la legislación servirán por terminar de decantar a algunos medios de comunicación masivos tradicionales y a sus supuestos “líderes de opinión” para des enmarcarse y enmarcarse al mismo tiempo.

La tendencia es solo una –confirmada y reconfirmada desde el inicio, cada día que pasa- el triunfo de Andrés Manuel López Obrador. Interesante que la disputa entre Meade y Anaya por el segundo lugar seguirá hasta el fin; de la revisión de los eventos recientes el PRI y sus menguadas huestes muestran alta preocupación por no perder todas las diputaciones y senadurías, su más reciente promocional así lo demuestra, el priismo no quiere quedarse sin legisladores o con una débil representación, como ocurrirá. Pero ya ¿a quién le importa quién ocupe el segundo lugar?

El PAN absolutamente desdibujado, nadie sabe dónde está, es el PAN el de Anaya, es el PAN de Calderón, es el PAN de Moreno Valle o ¿de quién? Por su parte el PRD se desvaneció llevándose en su ruta al Frente. Será interesante ver cómo se reorganizarán las nuevas franquicias de los partidos medianos y chicos a partir del 2 de julio. ¿Quiénes sobrevivirán? El otrora chico maravilla seguirá una ruta incierta hacia el pago de sus traiciones por la vía judicial, deberá correr a Atlanta, no perdón, a Londres o Canadá para no ser encarcelado. Él se lo ganó. Una de las demandas ciudadanas es adelgazar la partidocracia si es que no se puede exterminarla, ojalá y desaparezcan varios partiditos zánganos.

López Obrador el tres de julio se entrevistará por primera vez en seis años con el Presidente Enrique Peña Nieto, conociendo su forma de trabajar, no dejará tiempo libre y desde el primer día como Presidente electo de facto comenzará a dictar órdenes ejecutivas. De hecho a veces antes de hacer disposiciones comienzan a alinearse altos funcionarios como nunca antes visto para enfilarse y no ver afectados sus intereses en posiciones muy diferentes a las que tradicionalmente habían venido  teniendo. Es decir buscan hacerse notar con acciones empáticas hacia el próximo Presidente. Desempolvan expedientes y buscan agradar al nuevo equipo.

Las declinaciones ocurren a diario, eventos inverosímiles seguirán ocurriendo, la clase política no va a morir ni  irse de vacaciones seis años, no. Va a buscar cobijo con el nuevo régimen lopezobradorista, ya será una decisión muy personal de AMLO y su equipo más compacto a quienes sí y a quienes no aceptan. La forma de limpiar la casa antes de habitarla será la primer acción que defina el nuevo estilo del nuevo Presidente de México, a lo que la prensa nacional e internacional estarán muy atentas. Todo esto ocurrirá del 3 de julio al 1 de diciembre de 2018. Como un ejemplo simplemente en el caso del triunfo de Vicente Fox nada cambió, ni siquiera los delegados de los Estados de las dependencias federales, o Fox no tuvo gente, o no tuvo tiempo o no tuvo la voluntad y la inteligencia para desmantelar el viejo régimen. Me inclino por pensar que no tuvo la inteligencia pues hoy lo demuestra.

Por parte de los medios masivos de comunicación, vendrá un relevo generacional muy necesario e interesante, atrás de cada líder de opinión hay un equipo de producción, editores, anunciantes, etcétera. Hoy habrán de reconocer que se equivocaron pero no lo harán, simplemente unos comentaristas, conductores y lectores de notas que osan editorializar en cámaras de televisión  y micrófonos de radio se quedarán sin altos ingresos económicos extra que obtenían y se irán. Hasta hoy es increíble la desesperación que muestran en sus programas.  Ni hablar, algún día se tendría que cambiar.

El cambio que viene por el empuje popular que logró cohesionar López Obrador será de suma importancia a decir por sus expresiones y por quienes lo acompañan. Enhorabuena para México, para los mexicanos.