La expectativa sobre Jaime Rodríguez, El Bronco, como futuro gobernante no guarda precedente. Sólo Vicente Fox se le iguala cuando asumió la Presidencia en 2000. Sin embargo, hace del caso diferente el triunfo electoral amplio y la expectativa que despierta un candidato independiente en el marco del profundo y generalizado descrédito y desprestigio de los tres grandes partidos. De por medio también está la expectativa para 2018, crónica de una candidatura presidencial anunciada.
El nuevo gobernador llega al encargo con una elevada expectativa sobre su persona: su credibilidad es muy elevada (73%). Además, esa misma proporción considera que sí va a cumplir con sus propuestas de campaña y ocho de diez entrevistados consideran que él tiene la capacidad para resolver los problemas.
En esa elevada expectativa, ocho de diez encuestados son de la idea de que el nuevo gobernador llevará por buen camino, cifra que se ratifica con quienes creen que Nuevo León va a avanzar. Las razones es que dos de tres consideran que con él va a mejorar los tres temas de mayor preocupación pública: combate a la corrupción (25%), inseguridad (44%) y desempleo (8%). Asimismo, las tres cuartas partes de los entrevistados consideran que tendrá las riendas del Estado.
Un tema singular es que no hay una oferta específica de campaña que tenga recordación. La más elevada fue la eliminación del impuesto de la tenencia, le sigue mejorar la seguridad, el combate a la corrupción, el apoyo a la educación y transporte gratuito para estudiantes. Sin embargo, ocho de diez considera que ese problema si puede ser resuelto por el nuevo gobernador.
Una de las fórmulas empleadas por GCE para medir confianza se refiere a la pregunta de si usted le confiaría las lleves de su casa si tuviera que salir de vacaciones al personaje en cuestión. La media en gobernadores es de 35%; en el caso del nuevo mandatario 52% sí le confiarían las llaves de su casa. La confianza es mayor en los hombres que en las mujeres y menor en el segmento de edad mayor a 45 años.
El optimismo tiene matices y para el caso concreto esto favorece al gobernador Rodríguez; si bien es cierto que la opinión mayoritaria es que la situación del Estado mejoraría, la población es más escéptica respecto a su situación personal o familiar, ya que solo la mitad tiene confianza que ésta habría de mejorar con el nuevo gobierno, este factor le da posibilidad de ganar tiempo, especialmente si la idea es mantener números razonables de aceptación conforme se aproxima la sucesión presidencial.
El futuro es un tema central en torno a El Bronco. En el pasado proceso electoral el llamado ?chapulineo? es decir, buscar un cargo sin haber concluido para el que fue electo estuvo en el centro de la discusión. Para el caso actual, desde ahora 47% de los encuestados están dispuestos a votarle en la elección presidencial, porcentaje semejante al obtenido en la votación de gobernador, con el adicional de 18%, quienes no descartarían votar por él si trabaja bien y tiene buenos resultados como gobernador.
En cuanto a la identificación partidaria los resultados de la elección muestran su efecto. En estudios anteriores aproximadamente 50% de los encuestados tenían afinidad o identificación por un partido, ahora esta cifra a disminuido a 32% y de éstos 44% se identifican con el PAN 30% con el PRI y 10% se declaran afines a los independientes.