La Cuarta Transformación no se puede entender si no existen nuevos actores políticos y como nuevos, no hablamos de la clase gobernante, ni del gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, de hecho, hablamos de que no puede haber una 4T democrática si no hay nuevos partidos políticos.

La Crisis de los Partidos Políticos 

Es un hecho que el sistema de partidos en México, tal como lo conocemos enfrenta una verdadera crisis, realmente, no existe partido que no se encuentre en crisis de identidad, de estructura y todos carecen de sustento en principios y representatividad frente a la ciudadanía.

Después de la elección de julio del año pasado, quedó de manifiesto la crisis por la que pasan los partidos. El PRI, prácticamente está desaparecido, es un partido presencial; el PAN perdió su fisonomía y principios por la ambición de poder de personajes como Ricardo Anaya, en tanto que el PRD, difícilmente podrá conservar su registro en la próxima elección federal. Los demás MC, PT, PES y PVEM, simplemente se mantienen y disfrutan de las grandes prerrogativas que su asociación con el partido triunfador les permite. La historia de esos partidos ha sido caracterizada por vender su apoyo al partido triunfador, lo hicieron con el PRI, en otras ocasiones con el PAN, otras más con el PRD y ahora, pues lo hicieron con Morena.

MORENA y sus aliados

Ante la crisis de los partidos AMLO y Morena supieron aglutinar a las antes fuerzas mayoritarias con un discurso anti sistémico que ponía fuera de competencia al PRI, PAN y PRD, nutrieron la figura de AMLO que a través de Morena impactó en la sociedad, pero el partido, como tal, realmente no tiene sustento ideológico y racional frente a la sociedad.  

Al respecto de este fenómeno, el politólogo irlandés Peter Mair en el libro The Changing Irish Party System (1987), dio cuenta de la crisis del sistema de partidos en su país y en el mundo occidental. La tesis fundamental de su obra es que, desde la década de 1990, las instituciones políticas de la sociedad occidental han entrado en una profunda crisis en la que se distinguen tres frentes: Crisis política, de la democracia y de los partidos políticos, que juntas y combinadas han formado un coctel explosivo y letal para la vida política de la sociedad contemporánea, colocándola justo en donde está ahora, en una profunda crisis institucional en todos los sentidos. ¿Será qué México se encuentra transitando por esa crisis institucional?

La Presidencia Moderna 

Sobre este tema el político y analista Liébano Sáenz en varios escritos de su columna sabatina y en un excelente texto titulado “La Presidencia Moderna”, ha advertido sobre los riesgos que genera para la democracia la crisis de los partidos y ha señalado que “bien es sabido que, en la democracia, el tema central del sistema de representación no son los candidatos, sino los partidos. No hay democracia vigorosa sin partidos; precisamente el problema que se padece es porque los partidos no solo no han marchado a la par de la sociedad y de la apertura democrática, sino que se han aprovechado de su espacio decisorio y han despojado a los ciudadanos de sus derechos, entre otros, el de ser votado”. Por comentar algunos ejemplos, la negación del PRI para que los llamados tecnócratas pudieran ser postulados, o en la supuesta izquierda, que en los últimos 31 años sólo han tenido dos candidatos presidenciales, Cuauhtémoc Cárdenas en tres ocasiones y AMLO en otras tres.

La nueva chiquillada 

Ahora, desde la misma estructura de poder se busca una “nueva” representación a través de la creación de nuevos partidos políticos que den sustento al poder que hoy ostenta AMLO.

Hasta ahora, se ven por lo menos tres fuerzas políticas que buscan constituir un nuevo partido político. Por una parte, está la profesora Elba Esther Gordillo, aliada de AMLO en la campaña, haciendo un segundo partido político, el primero lo fundó en la época de Calderón para apoyar al expresidente ante la debilidad del PAN. El otro, encabezado por Ramón Sosamontes, un político que ha pasado por el PMS, PRD, PRI y en la última elección, junto con su jefa Rosario Robles en Morena, ahora están dando forma a otro partido político, a través de una nueva organización denominada, Renovación Política Nacional.

Y, por último, la ex panista y excandidata independiente, Margarita Zavala quien también ya fue a registrar ante el INE su nuevo partido político.

Los mismos de siempre 

Son tres opciones de partido político que se presentan como nuevas, cuando en realidad, no lo son, ya que siguen siendo los mismos de siempre, con las mismas propuestas de siempre.

Las tres opciones, no ofrecen una verdadera representatividad de la sociedad, sino una salida elegante que justifique al partido en el poder y, sobre todo, buscan seguir gozando de las grandes prerrogativas a que tienen derecho los partidos políticos y ahora que las perderán los partidos tradicionales, ellos serán quienes se harán cargo de éstas.

Ante este escenario, parece que la “austeridad republicana” de AMLO no pasa por las reglas de los partidos políticos, ni tampoco ha habido un señalamiento del presidente sobre el tema.