Ayer usé el espacio que gentilmente proporciona Don Federico Arreola, para escribir que al Sr. López, le llegó la hora de decir adiós de la política, reitero mi creencia de que es el momento para terminar con una carrera política controvertida; pero difícilmente regresará a Tabasco a desayunar todos los días pejelagarto. La adicción por la plaza pública es más fuerte que el gusto culinario.
¿Cuál es el futuro de Obrador en el PRD? ¿Todavía milita en ese partido político? Creo que las respuestas a ambas interrogantes tienen un sentido negativo, pues al interior del Sol Azteca más de una persona desea fervientemente el retiro, del otrora “mesías” de la izquierda, quien es militante perredista en papel, porque de facto hace más de tres años que no pisa el edificio de dicho partido.
Faltan tres años para el próximo proceso federal electoral, para las corrientes moderadas del PRD la presencia de López Obrador, como publicó el diario El País es “un lastre”, que impide buscar cualquier acuerdo en el Congreso de la Unión, toda vez que el cumplimiento republicano de su trabajo sería calificado por los fanáticos del tabasqueño como algo peor que la traición a la patria.
¿Cuál es entonces la agenda para AMLO? Bloqueos de avenidas e instalaciones de PEMEX, no tuvieron buenos resultados en el pasado, seguir los causes institucionales que establece la legislación mexicana para el ejercicio de la política convirtiendo a MORENA en partido político es su mejor opción; cumplir con los requisitos establecidos en los artículos 24, 25, 26, 27, 28 y 29 del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, es un mero trámite para dicha organización ciudadana, que tendría como fecha límite para optar por esta vía el mes de enero de 2013.
Un régimen democrático se fortalece con más opciones para elegir la plataforma de gobierno que más convenza; qué interesante será para quienes convergen con la ideología de la izquierda, tener más de una opción para decir su voto sin encuestas de por medio, con más de dos partidos políticos o coaliciones en la boleta electoral.
En 2018, máscara v/s cabellera entre López Obrador (MORENA) y Ebrard Causaubon (PRD) revitalizaría el sistema político