En los corrillos perredistas oaxaqueños se comenta lo siguiente: La búsqueda de un acuerdo nacional entre el PRD y el PAN sobre la participación de ambos partidos políticos en algunas de las entidades federativas donde el próximo año habrá elecciones, como Oaxaca y Puebla.

¿Y en qué consistiría ese acuerdo? En que ambos partidos políticos buscarían aliarse en las dos entidades federativas, conforme a la figura jurídica prevalente en cada una y según las circunstancias.

Y lo más importante: Si consiguen aliarse, el PAN pondría el candidato a Gobernador en Puebla y el PRD llevaría mano para la designación del candidato a Gobernador en Oaxaca. ¿Será?

Pues tiene lógica, considerando que en Puebla hay gobernador emanado del PAN, el ex priista Rafael Moreno Valle, quien llegó vía una coalición de partidos; y en Oaxaca hay un mandatario que se ha asumido de izquierda, el ex priista Gabino Cué Monteagudo, quien también llega mediante una coalición, impulsada decididamente por el PRD.

Independientemente de las afinidades políticas de los mandatarios, la definición de la pertenencia de las candidaturas seguramente estará en función de la presencia de los partidos políticos en cada una de aquellas entidades federativas.

Y francamente la presencia del PAN en Oaxaca ha ido de más a menos. Su votación de plano se cayó en la última elección de diputados federales, alcanzando apenas 100 mil votos como suma de los once distritos electorales federales; se fue al cuarto lugar. Mejor Morena en su primera competencia, lo rebasó y lo desplazó del tercer sitio.

Claro, aquellas fueron elecciones federales intermedias y las elecciones locales son distintas, sobre todo cuando son de gobernador, diputados y concejales a los ayuntamientos como las que tendrá Oaxaca el próximo año. Sin embargo, en mediciones de algunos aspirantes a la sucesión, la preferencia hacia el PAN sale casi con la misma tendencia de los resultados del 7 de junio del 2015.

Igual y la tendencia ya es distinta. Pero por lo pronto así está el panorama. Y en ese contexto, no suena descabellada la búsqueda de un acuerdo entre el PAN y el PRD para aliarse en Puebla y en Oaxaca, decidiendo la candidatura a gobernador en cada entidad el partido con mayor presencia.

Y el PRD tiene presencia en Oaxaca, más que el PAN, pero abajo del PRI. Entonces aquellos sí necesitan aliarse.

 MEJOR EL PAPA, QUE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS

Los senadores están más preocupados en que El Papa Francisco acuda a la Cámara Alta en su próxima visita a México, que en cumplir sus obligaciones con las entidades federativas. Tanto se desgarraron las vestiduras para ejercer la facultad de nombrar a los magistrados electorales locales y el acuerdo para elegirlos nada más no camina.

Desde el 21 de agosto de este año emitieron la convocatoria para el cargo de magistrado del Órgano Jurisdiccional Electoral Local en las siguientes entidades federativas: Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango, Hidalgo, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas. Luego emitieron el dictamen de los concursantes que resultaron elegibles.

Pero es la hora en que no eligen a los magistrados para integrar el respectivo Tribunal Estatal Electoral. En 13 entidades hay elecciones en el 2016 y en otras en el 2017.

Ciertamente, varía la fecha de inicio del proceso electoral en las 13 entidades con elecciones en el 2016. Pero en Oaxaca empezó el pasado ocho de octubre, y la omisión, o dilación, del Senado está metiendo en un lío jurídico a este estado, pues la normatividad ordena la elección de los magistrados electorales antes del inicio del proceso electoral.

Hasta donde se sabe, en la sesión del martes pasado de la Junta de Coordinación Política los senadores integrantes de la misma solamente acordaron tener presente el asunto para acordarlo lo más pronto posible.

Mientras tanto, el lunes de la semana en curso el titular del Poder Judicial de Oaxaca, Alfredo Rodrigo Lagunas Rivera, solicitó por escrito al Senado de la República suspender el procedimiento de la convocatoria pública para elegir a los magistrados del Tribunal Estatal Electoral, porque ?el cambio se debió realizar antes del inicio del proceso electoral local?.

Además, argumentó que Oaxaca no cuenta con la normatividad para la configuración del Órgano Jurisdiccional Electoral Local debido a la reciente resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de declarar inválida la Ley Electoral.

¿Qué tal el lío jurídico?

Actualmente en Oaxaca funciona un Tribunal Electoral del Poder Judicial local, integrado por seis magistrados, tres propietarios y tres suplentes; éstos últimos siempre en funciones ?por la naturaleza? del cargo, según establece la normatividad respectiva. Sin que sea responsabilidad de los magistrados, fueron electos por la Legislatura estatal anterior bajo un esquema de cuotas partidistas vía las fracciones parlamentarias.

Como ven, Oaxaca tiene todavía un órgano jurisdiccional en materia electoral cuyo origen y composición expulsó el legislador federal con la reforma del 2014 que dio como resultado el andamiaje general, donde se ordenan Tribunales Electorales locales que ya no dependan del Poder Judicial de la entidad de que se trate, y cuyos magistrados sean electos por el Senado previa convocatoria pública.

El espíritu de la reforma fue dotar a las entidades federativas de una autoridad jurisdiccional electoral independiente para garantizar resoluciones imparciales. Y es relativo, porque los senadores tienen pertenencia política; quizá no se ponen de acuerdo en el reparto de los magistrados por afinidades por eso tardan en elegirlos.

Como sea, por lo pronto su dilación a abonado al lío jurídico en Oaxaca; dilación, que por cierto, cayó como anillo al dedo a los actuales magistrados electorales oaxaqueños y al Poder Judicial local.

Pero eso sí los senadores ya hasta aprobaron invitar al Papa Francisco, cuando venga a México, a una sesión solemne del Senado y ¡en calidad de Jefe del Estado Vaticano! ¿Y dónde queda el Estado laico mexicano?

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