Estimada (aunque no la conozca, pero así empiezan todas las cartas) señora Yeidckol Polevnsky: no es mi intención criticar la vida interna de su partido Morena. Contra la opinión de la prensa fifí, a mi me vale que en su partido se profese o no la democracia. Quienes deciden finalmente son los electores, y si un candidato se nombra por dedazo, seguramente sufrirá las consecuencias en las urnas (eso espero).

Más bien, lo que yo le sugiero con todo respeto (así se dice en las cartas, no se por qué), consiste en revisar la forma cómo cierto partido de Italia, elegía a sus candidatos a cargos de elección popular. En concreto, este mecanismo innovador lo encabezó con éxito Beppe Grillo, hasta que se envició y corrompió totalmente. Pero queda el modelo.

Mire, doña Yeidckol, Beppe Grillo fue pionero en el uso electoral de las redes sociales. Y lo hizo superando experimentos tan arriesgados como el crowfunding de la primera campaña electoral de Barack Obama en EUA.

Este payaso profesional (porque a eso se dedicaba originalmente), comenzó criticando la corrupción de Silvio Berlusconi, y terminó fundando un partido político de izquierda, como el partido que usted dirige, que denominó Movimiento Cinco Estrellas. ¿Y cual fue su originalidad, doña Yeidckol? La forma como elegía a sus candidatos a cargos de elección popular.

Quienes aspiraron a una candidatura del Movimiento Cinco Estrellas, no ocupaban ser militantes de ese partido. Bastaba con asumirse como ciudadanos hartos de la descomposición política que muy bien se resumía en un refrán mexicano: “ladrón que roba a bandido, merece ser ascendido”. El partido de Grillo creó una aplicación donde cada aspirante podía enviar sus propuestas de campaña grabadas en un simple video casero, subiéndolo a YouTube, junto con un post donde describía a grandes rasgos su ideal político.

Luego, se creó un mecanismo de votación en línea mediante clics, para que el aspirante inscrito con mas votos o likes, se quedara con la candidatura. Así de simple. La tarea de Beppe Grillo (que también sería la tarea de usted, doña Yeidckol) solo consistía en alinear a los ganadores en torno al proyecto de nación que en este caso tiene usted, o AMLO, o ambos.

Con este método curioso el Movimiento Cinco Estrellas eligió a sus candidatos, evitando gastar en cualquier tipo de publicidad que no fueran mítines directos, tuits o post, y sin meter ni un peso en pendones, panorámicos ni spot televisivos.

¿Se imagina usted, doña Yeidckol, eligiendo a todos los candidatos de Morena (incluyendo a Barbosa, obvio) mediante la exhibición de videos caseros subidos a YouTube y votando internamente con ellos a partir de clics? El experimento digital de Grillo funcionó como reloj suizo hasta que lo echó a perder la corrupción y la improvisación de muchos militantes suyos en el gobierno (pero esa ya es otra historia).

¿Aceptaría usted el reto de operar así algunas elecciones de candidatos en Morena? ¿Estaría de acuerdo en seleccionar de esta forma a cuando menos algunos candidatos a cargos locales menores?

Valore usted, doña Yeidckol el método original de Beppe Grillo basado en redes sociales para elegir candidatos a cargo de elección popular. Pero no trato de engañarla: el poder es el poder y la grilla impera por encima de ideas originales y buenas intenciones. Eso lo supo indistintamente tanto el florentino Nicolás Maquiavelo como el potosino Gonzalo N. Santos, alias el Alazán Tostado, “primero muerto que capado”.