El miércoles catorce de septiembre recibí del Dr. Armando Martínez Verdugo, (AMV) vía internet, la segunda respuesta a un segundo texto que escribí para él. El título es: “Rumbo Proletario: Sus contradicciones y sus tareas” Ambos documentos son parte de  un debate que hace meses traemos entre  nosotros y sobre el cual, otros camaradas están terciando con aportes relevantes. En algunos puntos de sus respuestas, he manifestado diferencias no tanto en las propuestas teóricas sino en lo que yo he llamado “el mientras tanto” ¡El qué y el cómo! Estas preguntas son significativas en la política, en el estudio y en el desarrollo de la teoría. Estas diferencias, según mi opinión,  no están resueltas por Armando. Se ocupó de lo más importante. Sin embargo, lo que hasta ahora hemos cruzado entre nosotros, es tan significativo que en este artículo pongo sobre blanco y negro algunas de las reflexiones que a varios pueden interesar

¿Cuáles son esos asuntos que estamos discutiendo?

1.- ¿Qué fuerzas están llamadas a enfrentar y derrocar a la clase burguesa? La respuesta de Rumbo Proletario (RP) es: Hay que trabajar por la construcción de una fuerza proletario popular. Estoy de acuerdo, pero mientras la construimos ¿qué vamos hacer en las distintas resistencias populares, incluida la resistencia electoral que encabeza Morena? ¿Vamos a participar en ellas ahora o hasta que construyamos la fuerza proletario-popular? ¿Hasta que tengamos en nuestro haber el dominio de la teoría revolucionaria que tiene como objetivo crear una sociedad auténticamente humana?

2.- Se puede ser un activista, un político, sin estar capacitado teóricamente sobre los intríngulis de la Revolución?  Sí se puede, se afirma y yo lo comparto. Depende de qué tipo de activismo, de qué tipo de políticos se trate y de para qué se quiere trabajar. De estos activistas y políticos abundan en nuestro país -se dice- pero no son activistas ni políticos revolucionarios que luchen por derrocar el sistema capitalista. “Esta es una situación generalizada y altamente perjudicial….. refleja la profundidad que ha alcanzado la enajenación del pueblo y evidencia que muchos luchadores se han rendido ante las dificultades de construir solución a los problemas de la revolución en México y en el mundo y han optado por el camino fácil de declararse activistas” (AMV).

3.- ¿En qué medida un luchador revolucionario, debe estudiar la teoría revolucionaria para enfrentar los grandes retos de la revolución? Yo había escrito que en mi caso era más un activista que hace política que un teórico evolucionario. “No podemos sustraernos al esfuerzo de estudiar” me dice mi camarada AMV. Sólo el estudio nos permite “comprender las especificidades de nuestra lucha de clases y las maneras como se logre la derrota de un enemigo tan diestro en la confusión como es la burguesía mexicana” Citando a Lenin, AMV escribe: “Considero que lo más importante para todos nosotros los rusos como para los camaradas extranjeros, consiste en que, después de cinco años de revolución rusa, debemos estudiar… No sé cuanto tiempo nos concederán las potencias capitalistas la posibilidad de estudiar… pero cada minuto libre de la actividad militar, de la guerra, debemos aprovecharlo para estudiar… los luchadores siempre tuvieron un fuerte dominio de las cuestiones que les permitieron comprender los problemas de su revolución…. siempre tuvieron presente que sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria”.

4.- Muchos de los que andamos en la política y hablamos de que casi todas las resistencias políticas y sociales andan cada quien por su lado, planteamos recurrentemente la necesidad de su articulación como algo necesario para avanzar en sus objetivos contra las políticas de la burguesía.  Este es el planteamiento que hacemos muchos, aunque nadie se ocupe de ellos. AMV  nos pregunta: “Qué entienden por articulación, cómo sugieren que debe forjarse, cual es el lugar que esa articulación ocupa en la línea de derrota del enemigo de clase” “Esto no se capta ni se expresa adecuadamente con los llamados y las acciones que tienden a rebajar la teoría y a hacer que prepondere el activismo… hay millones de habitantes de México, enajenados por una práctica de ideologización y de culturalización que ha permitido la sobrevivencia más prolongada de un régimen político burgués en la historia mundial”… “hay que tratar de conocer los entresijos del poder , de la clase dirigente, de la situación material y subjetiva de los trabajadores mexicanos; hay que tener bases teóricas muy profundas para entender los marcos mundiales de la lucha de clases en el México de hoy” .

5.-En mi segundo texto escribí que yo era más un activista que hace política que un teórico. En su crítica a este dicho mío, AMV señala: “La división entre los activistas  (los prácticos) y los “teóricos” tiene varias fuentes. Una de ellas es la errónea comprensión de lo que es teoría. En su origen etimológico teoría significa una peregrinación, es decir, un andar, un estar caminando en busca … de lo superior, lo específico, la esencia. Esto significa que la teoría no es ausencia de actividad, no es falta de acción como se cree comúnmente sino todo lo contrario, la teoría misma, es una práctica. En una segunda acepción, existe la palabra prasó que significa lo que se hace de manera cotidiana, es nuestra práctica ordinaria que no se preocupa por buscar causas ni consecuencias. En tercer lugar existe la palabra praxis que es un actuar pero con conocimiento de causa. Por último, existe la palabra ta pragmata que es un actuar no solo con conciencia sino también, y sobre todo, con proyecto, con propuesta, con plan de acción” Con estos argumentos AMV le quitó la cresta a mi gallo

No cabe duda, todos los días se aprende y de quien sabe, más. ¡El debate, continuará!

(*) La 2ª respuesta de AMV a JSC es un documento brillante. Intentaré, en otro momento, descubrir la sustancia de su argumentación. Hoy quise compartir algunos puntos que no debieran ser patrimonio privado de Armando y mío. Son tan importantes sus respuestas que anoto algunas para quienes me leen en estos espacios.

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