Hablar de un país en general se me haría abstracto y equívoco a la vez, puesto que las culturas, costumbres, educación, gobiernos locales y demás factores que constituyen la sociedad están en constante transición y por lo tanto arrojan distintos resultados en cuanto a la perspectiva  y ejercicio de la  seguridad pública.

 

 

Un día cualquiera al despertar, lo primero que hago es revisar las redes sociales para enterarme de los sucesos que están aconteciendo en todos los estados, es por ello que me he dado a la tarea de agregar a mi línea del tiempo del Twitter a especialistas, ciudadanos, políticos y medios periodísticos de todo el país, es así como me percato de que el mayor número de mensajes posteados por los usuarios hacen  alusión a quejas sobre la ineficacia de un gobierno, el abuso del poder, nepotismo, fuero, economía, desempleo, corrupción , educación, en fin,  temas que son de interés de la sociedad.

 

En el tema específico de la educación, es importante retomar el documental “De Panzazo” que pretende exhibir la realidad existente del sistema educativo, sosteniendo que la sociedad mexicana pasa de panzazo sin lograr aprendizajes competentes para la vida; Sin embargo, el tema que en estos momentos adolece aún más a la sociedad sigue siendo  la inseguridad, que en gran parte de la república se ha vuelto el tema principal de conversación no sólo en las redes sociales sino también de la sobremesa, cafés y demás puntos de reunión.

 

Lo realmente impactante de la inseguridad es que día a día vemos como el ser  humano va perdido de manera sorprendente la capacidad de asombro ante la nota roja que se ha hecho costumbre en varias ciudades, pero…¿Esto sucede en todos los estados?

 

Desde mi humilde y particular percepción, no es así. Hoy por ejemplo, citaré al estado en el cual he tenido  oportunidad de viajar un par de veces, me refiero a Yucatán, y no sólo como turista o persona con solvencia económica que sólo visita los restaurantes, bares y demás antros lujosos que se encuentra en Paseo de Montejo, que a cualquiera enamorarían de  sus amplias  calles  rodeadas de museos, teatros y un sin número de edificios que desbordan cultura y magnificación ante el transeúnte.

 

En mi trayecto por estas calles llamó mi atención que aproximadamente cada tres cuadras se encontraba una patrulla o policías resguardando la seguridad, tanto del turista como del locatario, que hoy en varios estados ese ambiente sería  envidiado;  pero quise ir más allá de lo que veían mis ojos, así que  continué caminando hasta llegar al Centro, me cuestioné mientras cruzaba las calles si sólo esta acción de tanta seguridad sería en Paseo de Montejo; para mi sorpresa, en el primer cuadro de la ciudad, donde se encuentran los pequeños locatarios  del comercio formal e informal, quienes atienden  con gran cordialidad y respeto, también contaban con la misma seguridad; es así como después de observar todo aquello, regresé al hotel, en el que me hospedaba, para sacar las estadísticas de seguridad que tiene Mérida Yucatán, y así confirmar si era una simple perspectiva o era la realidad que se vive ahí, una realidad de Yucatán.

 

Según el artículo “La Raíz de la Violencia” del autor Eduardo Guerrero Gutiérrez de la Revista Nexos, en el cuadro 2.0 Cita el número de cárteles y Organizaciones locales del 2007 al 2010,  donde Yucatán no figura dentro de los estados en alerta, ya que hay ausencia de organizaciones del crimen organizado.

 

De acuerdo al reporte de elementos activos del personal de Seguridad pública y privada (SNSP-CON) del 2009 y 2010, Yucatán cuenta con 3.4 Policías estatales y municipales por cada mil habitantes,  que de acuerdo a los estándares de la ONU sólo se requieren 2.8  por cada mil habitantes.

Otro dato trascendente es que el Gobierno del Estado de Yucatán implemento el nuevo Sistema de Justicia Penal  a partir del 15 de Noviembre del 2011 el cual reestructura el Sistema Jurídico del Estado, teniendo como puntos torales la Seguridad y Justicia, mediante el fortalecimiento del Poder Judicial inaugurando los primeros Centros de Justicia Penal Acusatoria y Oral en el Estado (Valladolid y Umán); siendo así como también creó el Instituto de la Defensoría Pública del Estado y la Fiscalía General del Estado, que dieron paso a la transformación de la impartición de justicia, al implementar los procedimientos en que se prestan los servicios públicos de administración de justicia, mediante la incorporación del sistema procesal penal acusatorio. (Datos aportados por la Fiscalía General del Estado de Yucatán)

 

La Fiscalía General del Estado de Yucatán  es de las pocas en el país que cuenta con una Unidad de Investigación Cibernética la cual inicio funciones a finales del 2009, resolviendo casos relevantes como el de Trata de Personas  en el caso de una menor de edad que fue contactada mediante las redes sociales y es así como la FGEY tiene en conjunto el programa “Ponte Xux” en el área de prevención, para que los menores de edad se enseñen a mantener la seguridad de su identidad en las redes sociales. (Datos aportados de la Fiscalía General del Estado de Yucatán)

 

Por otro lado, el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP)  informó que Yucatán figura entre las entidades que lograron la reducción del delito de robo, presentando un decremento del 18 por ciento según las metas trazadas hasta el cuarto trimestre de 2011, de acuerdo a lo acordado en Junio del mismo año.

 

Cabe destacar por ultimo que este estado en lo referente a la Procuración de Justicia, tuvo otro avance significativo, ya que a partir del 18 de febrero del presente año Yucatán puso en marcha un sistema especializado en justicia para adolescentes, el cual plasma que los jóvenes de hasta 17 años serán juzgados con mayor calidad, rapidez y eficiencia pero sobretodo con irrestricto respeto a los derechos humanos.

 

Es así que después de un pequeño análisis de las estadísticas en materia de seguridad  y sistema de procuración de justicia que tiene el Estado Maya, pude llegar a la conclusión de que la seguridad en ese estado no era sólo una simple perspectiva, sino una realidad, donde la sociedad es partícipe de manera corresponsable  con el gobierno para poder mantenerse como uno de los estados más seguros del país, un estado seguro que todos desearíamos tener tomando en cuenta que la seguridad también es tarea de nosotros como sociedad.