La novela el Gatopardo de Giuseppe Tomasi di Lampedusa escrita entre 1954 y 1957, alcanzó al Poder Judicial en Nayarit al aplicar la máxima del personaje de Tancredi que declarar a su tío Fabrizio “si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie”.

Así pues se echó por tierra lo que parecía ser una extraordinaria oportunidad para rectificar el camino, recuperar la institucionalidad y la confianza perdida luego de la peor crisis que la institución haya enfrentado producto del escandaloso fraude millonario al Infonavit y por el cual -en este momento- se tiene en prisión preventiva al ex presidente del Tribunal Superior de Justicia, Pedro Enrique Soto,  y vinculados a proceso a varios jueces, magistrados y otros funcionarios menores.

El acuerdo por unanimidad en el cual fue ratificado el magistrado Ismael González Parra -en sustitución de Pedro Enrique Soto - como Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura fue la antesala de un acuerdo de mayor calado que en las semanas posteriores quedaría en evidencia, con la designación de los nuevos magistrados.

El acuerdo se trazó en la ruta tradicional de repetir lo anteriormente criticado, se colocó por delante el pago de compromisos y favores entre los grupos de poder, haciendo a un lado la carrera judicial y la equidad de género tantas veces reiterada en el discurso político.

Entre los que se van encontramos al ex dirigente estudiantil de la Feuan Thoth Aldrin Lomeli Aguilar quien destaca por su colección de automóviles de lujo y Ana Isabel Velasco quien años atrás fuera promovida en un acuerdo con el PRI por Rodrigo González Barrios hoy dirigente de la llamada comisión de la verdad, cercana a Pedro Enrique Soto -hoy detenido- y apoyada en el intento de su reelección por la diputada del PRD Erika Aldaco ahora comadre del Gobernador Antonio Echevarría.

Los que llegan, Benito Solís -ex consejero jurídico del grupo Alica- Einstein Razura, Ramiro Avila - ex oficial mayor del congreso local, es Director Jurídico y Contralor municipal del gobierno panista de la capital- Aracely Ávalos - SNTE- Edgar Roman Salazar - ex titular de SEDATU en Nayarit con Rosario Robles y quien le correspondería cerrar los contratos de la institución con la asociación generando respuestas de Gianni Ramírez, ex poderoso Secretario de Obras Públicas del sexenio pasado- y César Octavio García Torres - único con carrera judicial-.

Así pues, se impuso el acuerdo del PAN-PRI-PRD bajo la premisa de cambiar para que todo siga igual.