El primero de diciembre el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador lanzó desde el Zócalo capitalino con motivo de su Primer Informe de Gobierno, el mensaje de que ahora las Reformas a la Constitución tienen el propósito de garantizar el Desarrollo del país y el Bienestar del pueblo, entre las cuales destacó la Ley de Austeridad Republicana, la Ley de Extinción de Dominio, la Reforma al Artículo 28 sobre prohibir la devolución de impuestos, la Eliminación del Fuero, la Revocación de Mandato y la Reforma en Consulta Popular entre otras.

Un día después, el dos de diciembre, los Coordinadores Parlamentarios, Diputados Federales y Locales, así como Senadores de la República de los Partidos MORENA, PT, PES y PVEM afines a la cuarta transformación, constituyeron la “Asociación Nacional de Legisladores de la 4T” con el objetivo central de ganar y consolidar el poder y con ello el movimiento contribuyendo a dar larga vida a la cuarta transformación puesta en marcha.

Liderados por el Coordinador del Grupo Parlamentario de MORENA, el Diputado Mario Delgado, quien se ha convertido en pieza clave en la construcción de los acuerdos para el nuevo andamiaje institucional y quien planteó ir más allá del papel tradicional del legislador, convocó a construir territorialmente los Comités de defensa de la cuarta transformación, más allá de los propios partidos del movimiento, a fin de poder concretar el sueño de millones de mexicanos de un nuevo paradigma.

En su discurso y acompañado por el Subsecretario de Gobernación Ricardo Peralta y frente a más de medio millar de legisladores, que se dieron cita al acto de constitución de todo el país, señaló que se tiene una posición privilegiada en esta transición, y que se debe avanzar aún más, y fue enfático al expresar que todos “debemos entender que la transformación no ha terminado, no podemos seguir ya celebrando la victoria de julio de 2018, la lucha es permanente, la victoria electoral no es la meta final, la meta final es la revolución de las conciencias, se ha cumplido en nuestro trabajo, entonces tenemos la autoridad moral para desdoblar nuestra acción política para que conformemos un bloque hegemónico político, histórico, para que no dejemos solo al Presidente de la República”.

Con la iniciativa antes planteada, queda claro que tener el gobierno es insuficiente, ahora el camino es tomar verdaderamente el poder, desde abajo y con la gente, arrancando desde la raíz las prácticas del viejo régimen. El cambio debe darse en todos los ámbitos y niveles de gobierno.

Son los primeros doce meses del nuevo gobierno y la locomotora que busca regenerar la vida pública de México ya nadie la detiene.