En SDPnoticias las mujeres participamos en el Paro Nacional de Mujeres este 9 de marzo. Compañeras de la Mesa de Redacción así como de Opinión comparten su reflexión sobre la violencia de género, la violencia, el miedo, el sistema de justicia y el amor.

Cada una de ellas responde a la pregunta "¿por qué paramos?" a fin de visibilizar la diversidad de ideas que en SDPnoticias existe. 

¿Por qué me voy a paro?

Gabriela Hernández

Por una sencilla razón: soy mujer, y como muchas, tengo miedo de que mañana mi mamá, mis amigas, mis conocidas o yo no regresemos a nuestras casas.

También me voy a paro porque creo en las voces de esta generación. Aquellas que gritan y rayan para hacerse escuchar y, que incluso, me están haciendo cambiar hasta mis más arraigadas creencias.

Soy una mujer que ha sufrido violencia

Guadalupe Martínez

Soy una mujer que ha sufrido violencia. Esta ausencia simbólica podría convertirse en realidad. Es un temor constante.

He padecido violencia en mi hogar. He padecido violencia en mi trabajo. He sido violentada por hombres y por mujeres. He sido violentada de manera física y también de manera psicológica.

La violencia hacia mi persona es por exigir justicia y expresar mis opiniones. 

De parte de los hombres la violencia física la denuncié ante las autoridades y pese a que fue en mi hogar -y luego de un proceso tortuoso que duró varios meses-, no pasó nada. La violencia no fue de parte de alguna pareja; que conste.

Creo que hay un vacío en las autoridades para atender de manera eficaz y sensible las denuncias de violencia hacia las mujeres.

Qué harán si la maestra del niño no llega

Mariana Gutiérrez

Critican el paro de este 9 de marzo cuestionándose qué harán si la maestra del niño no llega o si una doctora no viene. Y de eso se trata.

¿Qué pasaría si mi hija no llega a su trabajo?, ¿si mi mamá no regresa del suyo?, ¿si un día mi familia no vuelve a saber de mi?

#UnDíaSinNosotras trata de visibilizar ese temor. Hacer conciencia sobre lo que ocurre en el país: Nos están matando. Sí, hay violencia hacia los hombres, pero las cifras indican que somos violentadas con mayor saña.

Necesitamos un cambio real, que equilibre la balanza, otorgue el derecho a las mujeres. Tal vez con un paro no se podrán cambiar las cosas del todo, ni se devolverá la vida a las miles de mujeres que han sido asesinadas, pero intentaremos que nuestra ausencia golpee el orgullo de un país herido por la violencia.

Cadena perpetua

Jane de la Selva

No sólo el hombre que enloquece y mata es un feminicida. Aquel -o aquella, porque existen mujeres que violentan o atentan contra congéneres- que determina silenciar para siempre, desaparecer al considerado objeto de posesión, o fuente de violencia repentina, para saciar la rabia de un desamor distorsionado vuelto cuchillo, el dominio que amenaza con perderse convertido en soga mortal o en bala fulminante.

No, no sólo quien abusa quien mata a una mujer es feminicida. Lo es igualmente quien ataca sexualmente a cualquier mujer o infante matando el tierno sentimiento rasgado por la perversidad de la inconsciencia. Tanto el asesino de una mujer como un violador sexual deben ser criminales tasados por la misma regla, por la misma ley y merecen la máxima pena: CADENA PERPETUA.

Solo exigiendo que se legisle así, que se castigue con esta contundencia, disminuirá esta horrenda violencia, estos profundos agravios milenarios impuestos contra nosotras. Un gran reto por delante que deberá conquistar la 4T.

¿Qué sería del periodismo sin la voz de las mujeres?

Verónica Malo Guzmán

¿Sin las direcciones, en sus diarios, de Carmen Lira en La Jornada, y de Elizabeth Flores en SDPnoticias?

¿Sin los reportajes de Carmen Aristegui en radio, prensa, televisión y en su propio medio informativo?

¿Sin Frida Guerrera e Isabel González en las mañaneras?

¿Sin las contribuciones de Adela Micha, Arcelia Reyes, Alicia Salgado, Azucena Uresti, Denise Dresser, Denise Merker, Elena Poniatowska, Elisa Alanís, Fernanda Diez-Torres, Frida Gómez, Guadalupe Loaeza, Inés Sainz, Ivonne Melgar, Martha Anaya, Paola Rojas y Paty Chapoy?

Gracias, muchas gracias a todas ellas y a tantísimas otras.

Amores que matan

Yazmín Navarro

Una de las causales que dicta el Código Penal Federal para estipular que el asesinato de una mujer se realizó por razones de género, y por ende, es feminicidio, apunta a que haya existido entre el agresor y la víctima una relación sentimental, afectiva o de confianza.

Es decir, muchos de los casos de feminicidio fueron perpetrados por personas que deberían cuidarlas y amarlas.

Hombres que antes de matarlas las chantajearon, amagaron, manipularon con llanto, les gritaron, humillaron, les hicieron sentir que todo era su culpa, las golpearon y terminaron con su autoestima.

El machismo es una trampa grande que impide que veas las primeras señales y luego te dice que eres muy tonta por haber caído en ella. Es la coartada perfecta para justificar la violencia de género.

Envuelta en esta inseguridad, depresión, miedo y vergüenza, la víctima puede darse cuenta, pero no tener los recursos materiales, emocionales o sociales para escapar. La violencia más visible es la física, pero la que deja más marcas es la psicológica, emocional, económica y sexual.

A nadie le gusta ser maltratado.

¿Cómo llevar a cabo el paro?

Elizabeth Flores

Cuando me preguntaron qué haríamos frente al Paro Nacional de Mujeres, si debíamos sumarnos, respondí que sí. Respetando la libre manifestación de las ideas, podíamos las mujeres en SDPnoticias participar si así lo deseábamos.

Pero ¿cómo llevar a cabo el paro? ¿cómo visibilizar la ausencia? La Mesa de Redacción de SDPnoticias está integrada en un 50% por mujeres.

A ninguna de ellas se les pidió avisar si participarían en el paro o no, porque las 10 mujeres que no regresan a su casa diariamente en México tampoco lo hacen.

Tal como lo plasman las voces que me anteceden, comparto la idea de que la lucha de las mujeres sigue siendo por la vida. Por defender la propia voz y la de otras; por si un día ya no estamos, por si ya no llegamos al lugar al que teníamos que presentarnos.

Nadie nace siendo feminista. Nos hacemos feministas cuando replanteamos la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. En lo laboral, reconociendo nuestras virtudes individuales y trabajando en equipo nuestras flaquezas.

Es un momento histórico para todas las mujeres de México y Latinoamérica. Tal como quedó demostrado en la marcha del 8 de marzo, cada vez somos más las que ya no queremos tener miedo. Somos más las que no competimos entre nosotras sino que nos apoyamos para crecer juntas. #YoSíTeCreo y #FuimosTodas son lecciones por seguir poniendo en práctica.

Nuestra esperanza, no morir en el mismo mundo en el que conocimos.