Eran las 4 de la mañana cuando me despertaron los gritos de una mujer, señora, señora, tenía 10 años y estaba en mi cuarto, pensé, ¿quién grita? Parece ser que es la muchacha del vecino, mañana pregunto me vuelvo a dormir y ruido en la reja de la casa me vuelve a despertar, eran los de la cruz verde, dije es aquí, Maura la muchacha de la casa acababa de parir.

Roma se llevó 10 nominaciones al premio Oscar, una película diferente y difícil, cuyo protagonista no actúa, solo desarrolla, estamos acostumbrados a ver las películas de héroes que se pelean contra los malos y que se golpean en el universo para que finalmente ganen los buenos y si llegan a matar al héroe no importa, lo resucitan mediante el proceso de resucitación marca Acme. Estamos acostumbrados a ver las historias melosas que empiezan igual y terminan igual, solo cambia el oficio de los protagonistas, pero el   “fueron felices para siempre”, sigue generando muchos adeptos, la peor fórmula de amor para el cine ha sido la más exitosas, será porque estamos ansiosos de que algo así nos suceda, nos sucede, pero no queremos darnos cuenta.

Roma es una historia diferente que no tiene historia, una protagonista que no era actriz y que es nominada al Oscar, un protagonista que dirige la película, un director que hace el guion, una película que no llegó al cine, pero se ha ganado premios internacionales a lo mejor del cine, una fotografía en blanco y negro ¿o sea no les alcanzó para el color?

Alfonso Cuarón ha roto muchos paradigmas en esto del cine con la película Roma, una película que pudo haber sido un mero capricho de su vida, narrar sus vivencias en 1971, pero recordando detalladamente los momentos, como el “halconazo”, matanza similar al 2 de octubre de 1968, solo que sí se olvidó, pero ahora nos la recordaron, o uno de los tantos viajes al espacio después de que el hombre llegó a la luna. Tal vez como yo recuerdo lo que pasó con Maura y su parición en mi casa.

Mi experiencia en cine es como de 20 años, una vez a la semana sin faltar, más las películas de televisión, dudo mucho que pudiera ser parte de un jurado para la selección de películas para un premio, pero lo que yo vi de Roma es la adaptación del hoy al ayer, es decir actores que se trasladan a 1971 y no como regularmente sucede, la adaptación del ayer al hoy, como por ejemplo una película de época, El gladiador.

No, en Roma se utilizan filmaciones de aquel entonces, de las calles de la colonia Roma e introducen a los actores en las grabaciones de aquel entonces, como cuando van corriendo por el eje 3 sur a la altura de Insurgentes, calle con camellón antes de la existencia de los ejes viales, o cuando Cleo camina por el cine las Américas y ve a su patrón con otra mujer, está llena de dobles que no sabían que saldrían en esta película 48 años después. Solo será necesario caminar hoy por el cine Las Américas y comparar las mismas calles 48 años antes.

Ahora la nominación de mejor actriz, quien era maestra de kínder antes de haber salido a cuadro por primera vez en su vida. Esto se parece a las evaluaciones corporativas de mejora continua, que se utilizan para asignar un incremento de sueldo, en donde se obtenía menos de lo esperado, lo esperado o más de los esperado, sí se obtenía menos de lo esperado no había aumento, si se obtenía lo esperado se otorgaba el incremento inflacionario y más de lo esperado se le otorgaba un incentivo extra. En el caso de Yalitza seguro que obtuvo un “chgptmdrl” más de lo esperado.

Regularmente los actores dicen que para meterse en el personaje estudiaron o escucharon los consejos de los especialistas, en el caso de Yalitza qué mejor que su mamá para darle consejos, pero no es en sí el papel, sino la firmeza con la que en su calidad de neófita, dijo cada palabra de su papel, la seguridad de caminar por los lugares de filmación y la desesperación que provocó su angustiante lentitud para ir a salvar a los niños en la playa cuando se estaban ahogando, cuando ella no sabía nadar.

 La cereza del pastel es la foto portada de la película, es una escena muy emotiva entorno a Cleo. Por cierto, desafortunadas las declaraciones de Reyes Spíndola, curiosamente una primera actriz con tantos años de experiencia que no ha aprendido el viejo y conocido refrán que dice que: “calladita no te entran moscas en la boca”.

Don julio, hablemos de Roma