Lo que sucedió en Culiacán, Sinaloa fue un tema no solo nacional, sino un tema que cruzó fronteras en cuestión de minutos a través de las redes sociales, fue un tema donde vimos la incapacidad del gobierno y el poder el crimen organizado en el territorio mexicano.

 

El ejército hizo un magnífico trabajo, pues logró el objetivo que se le fue encomendado por los superiores, detener a Ovidio Guzmán López, hijo del famoso Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo, los militares en ese momento dejaron todo en el campo de batalla, resistiendo con valentía el cruce de fuego que se liberaba segundo a segundo.

Es de reconocerse al Ejército, la Guardia Nacional su trabajo realizado, fue un golpe duro que se realizó a este grupo delincuencial, aunque por una nueva orden de los altos mandos la captura tuvo que ser abandonado, dejando así en total libertad al líder del CDS.

 

Esta medalla es para el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador y su gabinete de seguridad, ellos son quienes fracasaron en el intento de la detención de un alto mando criminal, ellos no planearon, no tenían una estrategia, no visualizaron las posibles reacciones de los súbditos de Guzmán López.

Tanto el gabinete de seguridad y de López Obrador han fracasado en la estrategia que han diseñado para la seguridad del país desde el principio, los abrazos, el Fuchi, Guácala y acusarlos con sus mamacitas, no son la solución, pues realmente necesitamos de un cambio de estrategia, necesitamos de autoridades capaces, no de personas que actúan de manera improvisada.

Al presidente no le ha dado resultados su campaña de seguridad, diciendo que los mexicanos somos feliz feliz feliz, la inseguridad del país va incrementando, el narcotráfico sigue ganando territorio mexicano, y a todo esto los que más pierden es la sociedad civil.

 

Culiacán, Sinaloa, se lleva lo Feo, ver a familias y niños corriendo por su seguridad, aterrorizado por el disturbio que en ese momento se desataba sin piedad en el centro de la ciudad. Lo feo es ver a familias desprotegidas y frágiles ante estos hechos, la impotencia de no poder hacer nada para calmar estos hechos violentos, salir siempre con miedo en las calles después de ver por unas horas la ciudad en guerra, jamás será lo mismo tras los hechos ocurridos, la tranquilidad de las familias no volverá hacer igual.

Lo feo, ver un gobierno sin idea, sin objetivos claros, un gobierno sumiso, incapaz y humillado.