Nadie puede negar que es necesaria la inversión en el sureste de nuestro país. Estamos todos en deuda con esta región tan rica en recursos naturales, paisajes y cultura. Es válida y necesaria, por tanto, la inversión que sugiere el presidente.

Sin embargo, invertir, volver esa zona productiva y sacarla del marasmo no debe ser sinónimo de dilapidar recursos en acciones equivocadas. Tampoco en llevar a cabo “inversiones” que tendrán un costo superior a las utilidades netas que se puedan obtener.

Además, lo propuesto por el presidente para la Península de Yucatán implica la destrucción —en parte— de uno de los ecosistemas más ricos del planeta; en la desaparición de especies autóctonas y en la pérdida de cenotes y zonas arqueológicas, entre otras! cosas.

Así, lo que ha ofrecido el presidente han sido dos proyectos sin estudios de por medio, una negación y una última ocurrencia; en lugar de volver competitiva la región, AMLO podría estarla condenándolo al fracaso.

Sargazo

En su reciente gira por Quintana Roo, López Obrador minimizó el problema del sargazo diciendo: “no considero que sea como algunos sostienen que sea gravísimo; no, no…” Lo dijo inmediatamente después de que el gobernador de la entidad, Carlos Joaquín González, dijera que al día sacan casi 1000 toneladas de sargazo de las playas. Parecería que tampoco hubiese escuchado la intervención de la senadora Mayuli Martínez Simón, quien reiteró la gravedad del problema y quien desde abril realiza reuniones con grupos de hoteleros y turismo para enfrentar esta plaga de manera más efectiva.

La preocupación por el sargazo es tal que tanto el presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya (AHRM) Conrad Bergwerf, como Pablo Azcárraga, presidente de Grupo Posadas y Julián Balbuena, presidente de Best Day, coinciden en señalar la drástica caída en la ocupación hotelera en el Caribe mexicano. Esto es a su vez el resultado de la parálisis para atender el sargazo, la percepción de inseguridad y la falta de promoción turística.

No atacar la plaga del sargazo es vulnerar los ingresos de muchas personas que viven del turismo en las playas más hermosas del mundo, pero el presidente dice que él así no lo considera.

Dos Bocas

La magnitud del ecocidio perpetrado por Dos Bocas es tal que Pemex argumentó que se trata fe “información reservada” el alcance que tendrán los impactos ambientales en esa zona.

Aquí, parte de la información “reservada”:

√ Las especies de fauna y flora que serán afectadas por la refinería.

√ La cantidad de agua requerida para las obras y para la operación de la refinería.

√ La estimación del volumen total de emisiones atmosféricas y de gases “efecto invernadero” generados por la planta, así el cómo impactarán en las vías respiratorias de los habitantes del área adyacente a Dos Bocas.

√ El número de hectáreas en las que se requiere un permiso de cambio de piso.

Hay cifras dadas a conocer por el ciertas dependencias del gobierno federal, pero que son negadas por ¡otras instancias del mismo gobierno! Así, sabemos que más de 300 hectáreas de selva y manglares han sido desmontadas de forma ilegal. También que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) reconoce que las obras de Dos Bocas alterarán la calidad del agua para consumo humano, como la que se filtra al subsuelo y la de lluvia; todo lo anterior generará una fuerte migración de fauna.

Además, dados los cambios en la tecnología, aunado a la creciente prohibición de coches de combustión interna en el mundo, no está claro que Dos Bocas tenga utilidades aseguradas en un futuro no muy lejano. Aun teniéndolas, el costo al medio ambiente y a las personas que viven en las cercanías es apabullante.

Tren Maya

Asociaciones que protegen la selva Lacandona, cenotes y áreas arqueológicas han dado la voz de alarma en el sentido de que el paso del tren por ciertas zonas arrasaría con selva, áreas protegidas y que la vibración de la locomotora derrumbaría el techo de los cenotes, desapareciéndoles para siempre.

Más allá de la inversión requerida (más de 150 mil millones de pesos, aunque inicio su anuncio con 40 mil), las corridas financieras señalan que el tren debería tener que transportar de forma diaria su máximo de carga y personas para ser autosustentable. Lo cual significa que no sería negocio y tampoco serviría para unir lugares sin medios de comunicación, pues las carreteras ya existen que conectan los mismos puntos que el tren maya. Es más, sabemos que al menos 250 km del Tren utilizará una parte de carretera ya construida.

Nueva planta generadora de electricidad

Dados los últimos apagones ocurridos en la península de Yucatán, el presidente tuvo como ocurrencia en tierra maya de que se debería construir otra planta generadora de electricidad. ¡No es necesaria!

Lo que en realidad urge es que las dos existentes (Mérida y Valladolid), puedan trabajar a su máxima capacidad pues por el momento se encuentran “a medio gas”. Para ello es requisito indispensable mantener y construir más gaseoductos que alimenten de gas a dichas plantas.

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La idea de impulsar el sureste no es mala y es un reclamo con justicia, pero hacerlo de forma incorrecta es terminar de firmar el acta de defunción de la zona. Eso incluirá enterrar la industria que hoy la sostiene: el turismo.

El sur requiere inversión planeada, no de ocurrencias; y esto es válido para cualquier parte de la República.