En la reciente elección presidencial tuve la oportunidad de ser observador electoral  como parte del proyecto “A la luz de la Reforma político electoral 2007 2008. Observación Electoral en el Distrito Federal”, diseñado por Consolidando Ciudadanía AC. Tanto David Nossiff como Elizabeth Juárez (presidente y secretaria de Consolidando Ciudadanía) se esforzaron por armar un proyecto que analizó varias aristas del proceso electoral  a partir del impacto de la última reforma electoral. 

Después de revisar los datos recabados, puedo decir que estamos por concluir la  entrega de nuestro informe final. Sin lugar a dudas,  logramos documentar una serie de errores e inconsistencias que se dieron durante el Proceso Electoral o como diría un representante de partido: “los horrores del IFE” 

Aunque es cierto que se cometieron muchos errores e inconsistencias que están documentadas en el informe final, en esta ocasión, y por cuestiones de espacio, he decidido escribir lo que, desde mi punto de vista, se puede catalogar como un “horror del IFE”. 

La última reforma electoral precisó que los Consejeros Electorales de los Consejos Locales y Distritales, designados para dos procesos electorales, podrán ser reelectos para un tercer proceso electoral. Sin embargo, la reforma nunca estableció cuales son los criterios para determinar si los Consejeros Electorales pueden acceder a la reelección. 

Dicha laguna legal se vuelve “horror” debido a la defectuosa selección de Consejeros Distritales que designó el Consejo Local del DF. Al revisar el perfil de los Consejeros en cinco distritos, puedo decir, desde mi punto de vista, que su designación fue poco transparente (dos Consejeros Distritales se negaron a ser entrevistados). 

Me queda claro que la escolaridad no fue un criterio determinante para su designación, puesto que hay Consejeros Electorales que cuentan con doctorado, licenciatura, y alguno que sólo había terminado la secundaria. Por otra parte, la experiencia electoral tampoco fue determinante; encontrando Consejeros que cuentan con una amplia  experiencia electoral; mientras que otros no la tienen. 

Tampoco el desempeño fue importante; en algunas ocasiones, existió la queja de que algunos consejeros llegaban tarde o no asistían a las sesiones; faltaban a los recorridos, jugaban con el teléfono durante las sesiones, se quedaban dormidos durante los cómputos distritales, y en el peor de los casos, se ponían a platicar con el asesor del la Consejera María Marván en pleno recuento distrital. 

Por último, pero no menos importante, tampoco fueron seleccionados por ser promotores de la Cultura Democrática, caso especifico, en el distrito 15, se acusó a una Consejera por utilizar el twitter para denigrar y hacer mofa de la apariencia física de otro miembro del Consejo Distrital. Hecho que me parece grave y reprobable. 

A modo de conclusión: la selección de Consejeros Distritales en el DF fue poco clara. Existen elementos que me permiten suponer que el influyentísimo pesó más que la experiencia electoral.