Algunos atribuyen al legendario código de Hammurabi la frase clásica: el que hace lo que puede, dice lo que sabe y da lo que tiene, no está obligado a más.

Quizá con su hiperactividad, el presidente Andrés Manuel López Obrador quisiera haber entregado a los mexicanos algo que para algunos sería contundente, de su ejercicio gubernamental de 9 meses. Pero aunque lo califiquen desde otras perspectivas, lo que ha ofrecido si es contundente.

Es verdad, no hay noticias que rebasen las ocho columnas ni algo tan fuera de contexto que levante los gritos entre la multitud. Lo contundente lo ha hecho en estos nueve meses con un barrido colosal que ha dejado a muchos heridos -los antaño en el favor-, que no quieren ver lo que está a la vista ¿Se vale criticar a partir de las concepciones opuestas y denigratorias, que los ancianos tengan una pensión para paliar su pobreza, que muchos sectores de la sociedad tradicionalmente desfavorecidos tengan un ingreso modesto pero permanente, que se otorguen becas a los que ofensivamente han sido llamados ninis, porque eso no da al país en intereses?

Pero dichos apoyos revivifican a esos sectores con una pequeña esperanza a cuestas. Es como regar a aquellas pequeñas flores que por humildes no eran tomadas en cuenta en el jardín y ahora podrán dar el colorido más fino y permanente en el país.

 

A lo largo de estos meses -que parecen siglos por lo que hemos vivido-, AMLO recibió todo tipo de cuestionamientos, algunos falaces y ofensivos. Sus defensores, muy ingenuos y gente del pueblo no acostumbrada a la polémica, lo hicieron con sencillez en su favor. Es importante destacar a comunicadores que pese a no coincidir, fueron justos en sus apreciaciones -acabo de leer un artículo de Jorge Zepeda Patterson de ese tipo, y he visto unos excelentes de Federico Arreola-, ante la avalancha de la jauría que añora la carne fresca de los dineros públicos, ahora puestos a resguardo. El informe repitió mucho de lo que se ha dicho en la Mañanera -método de informar que eleva a centenares los informes si a eso vamos-, lo que se ha aportado en el camino de la austeridad -145 mil millones de pesos-, los empleos creados -300 mil- y otros números que en su momento ya han aparecido en informaciones anteriores en medios. La deshonestidad, causa principal -ha dicho el mandatario- de la impunidad, inseguridad y violencia, ha sido el proyecto fundamental de este tiempo, además de los acuciantes problemas sociales que se van resolviendo. Quien sigue el sendero de la frase clásica, no está obligado a más, al menos con este tiempo recorrido.

 

PROYECTOS PARA UNA JOVEN NACIÓN: FRAY SERVANDO TERESA DE MIER

No es México un adolescente en tiempo, pero si lo es en el inicio de una nueva vida. Esta todavía no se encuentra en plenitud, pero se luchará para que nadie la obstaculice. En una de las obras que incorporó la Biblioteca del Pensamiento Legislativo y Político Mexicano (Cámara de Diputados 2012) están algunos documentos y escritos de Fray Servando Teresa de Mier. Escritos sobre la joven nación se refieren a las observaciones del religioso perseguido por su propia iglesia, sobre los avatares del transitar pre e independiente de México y todo lo que sucedió después de obtenida la Independencia en 1810. Es una compleja observación de lo que pasaba en el mundo y sobre todo en América con sus libertadores y la defensa de los criollos frente al poder español, que quería seguir avasallando. Perseguido por la Inquisición, encarcelado en muchas ocasiones por sus posturas divergentes de una fe que cuestionaba, el religioso nacido en Nuevo León en 1765, es uno de los baluartes que esta editorial de la Cámara de Diputados tomó en cuenta para arribar a las leyes de Reforma y considerarlas como el origen real de nuestra nación.

En momentos cruciales para México, personajes tan certeros y comprometidos como Fray Servando, son dignos de mencionar. Una nación que renace, tiende a rejuvenecer con sus nuevas propuestas y ratifica las ideas y pensamientos de grandes creadores, como el mencionado.