En la carrera por la sucesión política de Nuevo León, cuyo final veremos el año que viene, fuerzas políticas reales, no de mentiritas de esas compradas con bots en la Internet, destaparon para la gubernatura a Mauricio Fernández Garza, el panista que fue un alcalde exitoso en tres ocasiones de San Pedro Garza García.

La idea no es una locura, porque si Mauricio aceptara, no solamente sería un candidato formidable, sino el único con los tamaños políticos y morales para dar el golpe de timón que necesita el estado antes de irse a pique.

En diciembre del 2018, escribí de Fernández Garza: “Es un referente en las bellas artes en el país… Sus administraciones municipales se distinguieron por sus actos de “buen gusto”, pero también por la energía de sus acciones sociales… Por un lado administraba las bellas artes, pero por otro creó un “grupo rudo” para combatir la delincuencia en su municipio”.

Y de los precandidatos y suspirantes, Mauricio es el único que ha demostrado tener bien fajados los pantalones para meter orden en asuntos de la delincuencia, pero también en lo social, tan descompuesto como está en Nuevo León.

Los malquerientes de Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, dicen que después de él, cualquiera que llegue al Palacio de Cantera, será mejor, cualquiera.

Pero Mauricio, por sus arrestos políticos, económicos y culturales, sería por mucho el mejor sucesor de Jaime, y el único con las capacidades para rescatar al estado.

Sobra decir de la comodidad económica de que disfruta Mauricio, lo que lo vuelve un hombre a prueba de corrupciones, y con fondos suficientes para aguantar una campaña.

Además, ya como gobernador, sería un puente inmejorable con la Presidencia de la República, a través de sus excelentes relaciones con Alfonso Romo.

Pues ahora sí, como en una vieja canción, “por eso y muchas cosas más”… Mauricio sería la solución que necesitamos en el estado.

ME ACLARA CLAUDIA TAPIA

La diputada Claudia Tapia me aclaró un error que cometí en mi pasada columna, en la que dije que ella pertenecía Morena, y no, porque hay que recordar que renunció a esa bancada y formó la “Bancada Independiente Progresista”.

Mientras tanto, las fuerzas oscuras en el Poder Legislativo quieren proteger con su manto al secretario de Desarrollo Sustentable, Manuel Vital, acusado de ser el responsable de la mala calidad del aire en la entidad, por no hacer nada para solucionarlo.

Claudia ha sido de las pocas legisladoras que han levantado la voz a ese respecto y se sabe que recibió amenazas de Vital, quien es uno de los más engreídos funcionarios estatales.

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