Once varas

Los vientos de cambio del 2021 comienzan a soplar en Nuevo León, aunque para muchos falta todavía para que en septiembre se dé el relevo de gobernador, porque todavía nos falta vivir las elecciones de junio, aunque hay amago de retrasarlas, por aquello del Covid-19.

Por lo pronto, observadores políticos dicen que con el arribo del General Andrés Valencia Valencia quien recién asumió como nuevo Comandante de la Séptima Zona Militar, en sustitución del General César Gómez, se abre el calendario de los relevos en el estado.

Y muchos apuntan a que el primer cambio se dará en la Secretaría General de Gobierno, que ha encabezado desde el principio del sexenio y marcando todo récord de permanencia, Manuel González Flores.

El hombre de Sabinas Hidalgo, todo mundo lo sabe, es uno de los personajes de la administración que goza de la absoluta confianza de su jefe, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, y no abandona el barco, sino más bien le encargarán más tarea: lo ven como próximo diputado federal, pero no del ala independiente, sino del Partido Acción Nacional.

Si algo ha sabido hacer Manuel en los últimos 5 años y medio ha sido demostrar su lealtad y su compromiso, además de un colmillo político que ha mantenido en paz al estado, porque su puesto no es nada más de oficina y clima artificial.

Cabe apuntar, que de acuerdo a los analistas, Manuel deja la vara muy alta en la Secretaría y quien lo sustituya tendrá un reto enorme, que comenzará con hacer los méritos para ganarse la confianza de su jefe el gobernador.

Observadores políticos señalan que quien llegue en suplencia de González Flores, deberá de tener, por los tiempos atípicos que vivimos por la pandemia y la crisis económica, que ser un personaje con visión de estadista, no limitada únicamente a la oficina del Palacio de Cantera.

Porque se debe de recordar que X2, clave que se usa para denominar al Secretario General de Gobierno, debe de tener habilidades probadas en materia de seguridad ya que encabeza el gabinete de ese rubro en Nuevo León, además de buena mano izquierda para tratar con las fuerzas políticas y de tener buena relación con los otros poderes, llámese legislativo y judicial.

Asimismo, ser bien visto por el empresariado, que en Nuevo León, pesa y se impone.

Así lo demostró Manuel durante la campaña de Jaime, que comenzó bien cuesta arriba, y lo siguió haciendo a lo largo del sexenio “bronquista”.

Como dije, comienzan los cambios y esto no tiene vuelta atrás.

obed@sdpnoticias.com