Casi nueve décadas tuvieron que transcurrir para que un mandatario estadounidense pisara nuevamente la isla de Cuba de manera oficial, no es para menos el asombro de la prensa internacional, pues durante estos pocos años que el siglo ha avanzado, Barack Obama se ha convertido no sólo en ídolo sino también en figura para los miles de cubanos que ven en esta visita oficial una nueva era para Cuba y para ellos. Quince meses del nuevo rumbo diplomático entre Estados Unidos y Cuba, entre los Castro y Obama marcan un hito político y un centenar de imágenes ahora históricas, el recuerdo de la Guerra Fría y las tensiones ideológicas entre dos gigantescos bloques parece ahora sí enterrarse para siempre en esta parte del continente.
No hace muchas horas Obama aseguró que su presencia en Cuba busca mejorar la vida de los cubanos por supuesto y también de los estadounidenses, pero, ¿qué está haciendo el régimen policial que aún somete a Cuba bajo el mandato de Raúl Castro para mejorar la vida de los cubanos? Realmente Obama no podrá percatarse de ello, minutos antes de que el avión Air Force One con el mandatario estadounidense arriba aterrizara en el Aeropuerto José Martí, una docena de manifestantes fueron detenidos, organizaciones internacionales de Derechos Humanos nuevamente están alertas, Raúl Castro quiere que todo aparente estar bien, quiere que Obama crea que en Cuba ya no hay injusticias, ya no hay prisioneros políticos nuevos cada día, quiere que el mundo crea que Cuba ha cambiado.
Sin duda Cuba ya no es la misma desde el día domingo, se necesitará mucha voluntad política e ideológica para hacer una transformación verdadera en el Estado cubano, es necesario, pero sobre todo justo terminar de enterrar un régimen utópico, un régimen feroz e inequitativo, un régimen sordo e impositivo. Cuba tiene que recuperar más de medio siglo que ha perdido gracias al bloqueo, Cuba tiene que levantarse por su pueblo y con su pueblo.
Grandes retos enfrentarán Cuba y los cubanos a partir de hoy, nuevos tratos comerciales le esperan, grandes capitales ya prometidos pronto llegarán a la Isla para devolverle parte de lo que alguna vez gozó como nadie, Cuba va a cambiar y lo hará para bien.