Aunque suene increíble, México hoy se convierte en el centro de atención y posiblemente de operaciones de la inteligencia rusa y de Corea del Norte, quienes están pretendiendo influenciar y decidir sobre las elecciones del próximo año, como ya lo han hecho en otros países.

Los rusos intervienen en elecciones mundiales... y los coreanos en México

En México, existen algunos líderes políticos ligados a Corea del Norte y también pareciera que Rusia tiene mucho interés en las elecciones mexicanas, situación que empieza a generar un conflicto internacional que utiliza como arena las elecciones de México.

Para nadie es un secreto que Rusia se ha convertido en el mayor estratega cibernético del mundo para los procesos electorales, ha intervenido, en diferentes formas, en las elecciones de Estados Unidos, en la votación del Brexit, en el referéndum italiano, en Alemania, Ucrania, Austria, Francia, Finlandia, los Países Bajos (donde tuvieron que contar los votos manualmente) y, de manera más reciente, en el referéndum catalán.

Las presiones internacionales y el desequilibrio mundial amenazan con una guerra internacional, donde pareciera que el lado más débil se encuentra en las diferencias irreconciliables entre Corea del Norte y el presidente de Estados Unidos quien, se dice recibió el apoyo del su homólogo ruso Vladimir Putin.

México no es ajeno a esta disputa internacional y el interés de los principales bloques entre países por nuestro país reviste gran importancia derivado de nuestra situación geopolítica estratégica por ser el vecinos del país más poderoso del mundo y que nuestra economía está plenamente ligada a Estados Unidos.

Influir en las elecciones del próximo año para estos países parece ser decisorio para el futuro, no sólo de México sino de Estados Unidos y desde luego, para quienes puedan ser los aliados de uno u otro en México.

Con Corea del Norte abiertamente está el partido de Andrés Manuel López Obrador, Morena y el de Alberto Anaya, el PT, en tanto que con Rusia no hay claridad, pero se presume que estén grupos altamente conservadores de derecha y personajes como Ricardo Anaya.

 

Los antecedentes PT y después Morena

El Partido del Trabajo nace por iniciativa de quien ha sido su único dirigente, Alberto Anaya, el 8 de diciembre de 1990, durante la administración de Carlos Salinas de Gortari. Su antecedente data de la década de los sesenta cuando impacta la ideología maoísta y de organización de masas en nuestro país, la cual fue retomada por un grupo de amigos de la Escuela Nacional de Economía entre quienes se encontraban, además de Alberto Anaya, Carlos Salinas de Gortari, su hermano Raúl, el tamaulipeco Hugo Andrés Araujo, Rolando Cordera y Gustavo Gordillo, guiados por su profesor, Adolfo Orive.

Alberto Anaya, líder histórico del PT, nunca ha ocultado tres cosas: su admiración y alianza con Corea del Norte, su amistad con Carlos y Raúl Salinas de Gortari y el apoyo que le da a Andrés Manuel López Obrador.

El gran líder mundial de los partidos del Trabajo y del maoísmo, es el régimen de Corea del Norte, y al parecer algunos reciben importantes subsidios. Al respecto Alberto Anaya siempre ha sido muy agradecido con el dictador coreano Kim Jong. Es importante recordar los antecedentes de la relación de México con Norcorea, porque las relaciones no habían sido buenas, sino hasta el régimen de Carlos Salinas. El presidente Miguel Alemán envió un contingente militar a la guerra de Corea (1950-53). En 1971, en su primer Informe presidencial, Luis Echeverría acusó a Pyongyang de entrenar guerrilleros mexicanos y no fue hasta 1993, durante la administración salinista que se instaló el primer embajador norcoreano en nuestro país.

En marzo de 2007 cuando se llevó a cabo el seminario "Los partidos y una nueva sociedad", que reunió a fuerzas de izquierda de 33 naciones, Anaya elogió "la valentía y el arrojo" del gobierno de Corea del Norte por no ceder a las presiones estadounidenses. En 2013 le envió una carta al líder norcoreano donde alababa “los legados entregados por los presidentesKim Il Sung y el líder Kim Jong Il a la posteridad", incluso en medio de la tensión mundial que provocó Corea del Norte por sus pruebas nucleares, Alberto Anaya estuvo en aquella nación para, y cito a la prima de Ricardo Monreal, la zacatecana y ex diputada y alcaldesa de Zacatecas por el PT, Magdalena Núñez Monreal quien justificó dicho viaje como una muestra de solidaridad con el dictador Kim Jong-un “tras los embates del presidente de Estados Unidos, Donald Trump”.

Dos meses después de la visita de Anaya a Corea y ante las constantes pruebas nucleares de los norcoreanos, el gobierno de México decidió expulsar al embajador de esa nación por intromisión a la política interna y en represalia a las pruebas nucleares. Andrés Manuel López Obrador, criticó la decisión del gobierno mexicano de expulsar al embajador de Corea del Norte en nuestro país, Kim Hyong Gil, asegurando que fue una medida que “sólo busca congraciarse” con la administración Trump. En tanto que una representación de Morena acudió a la embajada de Corea del Norte a solidarizarse con el embajador de ese país, que “se atrevió a romper la hegemonía de poder”.

El acomodo en favor de uno y otro

El debate en México empezó a tomar mayor seriedad a finales de octubre, cuando Jorge Torres Antuñano, director Unidad Técnica de Servicios Informáticos del Instituto Nacional Electoral (INE), afirmara que su sistema ha tenido amenazas de ciberataques, provenientes de varias naciones, incluida Rusia. El primero en reaccionar sobre las declaraciones del funcionario del INE fue el aspirante presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, quien en su reciente gira a San Luis Potosí afirmó ante medios locales que no permitirán la injerencia de otros países “vamos a estar pendientes y en su momento vamos a denunciar si algún gobierno extranjero pretende inmiscuirse en los asuntos de nuestro país”.

Las declaraciones y preocupaciones de AMLO sobre la posible intervención rusa han sido respaldadas por la prensa salinista, columnistas como Pablo Hiriart o Raymundo Riva Palacio, más que señalar los peligros que representa la intervención de cualquier país en nuestra política interior, cuestionan la actitud del gobierno de México por haber expulsado al embajador de Corea del Norte y se burlan de lo que se hace en contra de los posibles ataques de cibernautas rusos.

Lo importante en todo esto es que ningún país intervenga y por ello se vuelve necesario respetar y fortalecer instituciones como el INE y a los partidos políticos que lo integran para evitar un problema del cual nos podamos arrepentir muy pronto. México no se puede convertir en el trampolín de Corea del Norte, por más afinidad ideológica y de acción que Morena y el PT tengan con el líder Kim Jong-Un; o que los conservadores de derecha vean en los hackers rusos su oportunidad para llegar al poder.

Los rusos y el PAN

De la probable relación política de los hackers rusos con políticos conservadores, sobre todo con el PAN de Ricardo Anaya, hablaremos con todo detalle en una próxima columna.