Tuvo que volver a analizar su propio tuit el presidente frente al público durante conferencia informativa para aclarar el por qué se va Alfonso Romo como jefe de la oficina de la presidencia, luego de leer la bola de elucubraciones, la lluvia de especulaciones, la libre creación de suposiciones u opiniones provenidas del imaginario mediático, y porque sabía que así sucedería: adversarios considerarían el hecho buena carne de cañón. Pero la transparencia del presidente se les adelanta y a pesar de sus esfuerzos siempre los acaba desarmando. El puesto que deja el señor Romo no será dado a alguien más, porque éste seguirá trabajando en la misma labor de asesoría y enlace empresarial con el gobierno de AMLO, pero desde otra trinchera, aquella a la que siempre ha pertenecido Poncho Romo. Es decir, el constante canal de comunicación quedará abierto entre ambas partes.

Romo se va porque el compromiso con el presidente AMLO de pertenecer al erario fue de dos años y recién se cumplieron, por lo que deja el puesto en gobierno como fue acordado ¿desconocían este dato los informadores? Lo ignoro. Pero, no se va realmente el empresario sobrino nieto de Francisco I Madero, ni está harto ni mucho menos decepcionado de la 4T como se ha publicado, ni existió ruptura alguna. El empresario hecho en Monterrey seguirá siendo enlace de AMLO con el sector privado, repito, porque está comprometido para seguir sirviendo a México, para continuar asesorando a su amigo personal y presidente AMLO con el propósito de concretar la cuarta transformación. 

Fue en el año 2011 que el empresario conoció al líder tabasqueño quedando impactado por su liderazgo realmente sustentado en la solidaridad humana y las políticas necesarias para la reactivación económica que de verdad hiciera crecer a México, lo que activó la motivación de Poncho Romo para apoyar su proyecto alternativo de nación. Aunque ya no ostente un cargo público, pues, habrá de llevar a cabo un voluntariado empresarial para la 4T, siendo por su experiencia tan cercana a la presidencia un importante eslabón que portará encargos particulares, que seguirá apoyando el movimiento de regeneración nacional, y así poder continuar transformando unidos, gobierno con grandes, medianos y pequeños empresarios, la vida pública de México, creando empleos y promoviendo alianzas e inversiones que aporten al bienestar de todos.