Nuevo León ya estaba en relativa calma después de la tragedia del Casino Royale. Las autoridades se pusieron las pilas como nunca y la ciudadanía de Monterrey y Nuevo León ya empezaba a retomar una rutina normal, una rutina de poder salir a la calle sin tenerle miedo a todos los coches del semáforo. 

 

Parecía que habría una luz al final del camino después de todo y las autoridades cada vez "agarraban más la onda" sobre cómo combatir al narco y a la delincuencia altamente armada. 

 

Pero con un combate a la delincuencia eficaz llegó un problema mayúsculo: Las cárceles y penales. Los delincuentes federales se alojaban en las cárceles estatales como la de Apodaca. Miembros de los Zetas y del Cártel del Golfo ahora eran compañeros de celdas y hasta se veían en las regaderas.

 

El gobierno federal no contempló este problema en su estrategia de combate a la deliencuencia y en el penal de Apodaca hubo un motín en el que murieron muchos y se fugaron otros tantos.

 

Ahora en Nuevo León hay narcobloqueos y narcomantas. Las narcomantas dirigidas al gobierno estatal y al gobernador, Rodrigo Medina. Narco mantas que tienen un propósito específico: crear pánico y crear la idea de que Monterrey y Nuevo León están otra vez a la merced de los "malos".

 

Es propaganda del narco. Es la misma propaganda de siempre. Peor tengo que ser claro: el gobierno ya les tomó la medida y regresarán a la cárcel, espero que ahora a una cárcel federal, que es donde deben de estar.

 

¿Y los medios en Monterrey? pues El Norte con su estrategia de siempre: golpear al Gobierno del estado con una mano y cobrar con la otra. Los medios han caído en el juego de los "malos"...y seguramente no "por informar mejor al pueblo", sino para chantajear al gobierno y así cobrar más. 

 

Total Monterrey y Nuevo León sí han vuelto a caer, pero han vuelto a caer por la mezquinidad de unos cuantos, medios incluídos.