La reciente renuncia del secretario de Hacienda de Morelos, Alejando Villarreal, vino a fortalecer la presencia del grupo encabezado por Ulises Bravo Medina, medio hermano del gobernador Cuauhtémoc Blanco, cuya presencia le sigue costando al mandatario estatal.
Este grupo es identificado como el que solicita comisiones de hasta 25 por ciento en el otorgamiento de contratos. Su operador es el ex futbolista Efrén Hernández Mondragón, quien desde la Dirección General de Adjudicación de Contratos de la Secretaría de Administración igual reparte contratos para obra pública que de servicios generales.
Hernández Mondragón tiene en su chequera un presupuesto aprobado para el Programa Anual de Adquisiciones de 652.6 millones de pesos.
Sin experiencia pública ni administrativa previa, se ha venido relacionando con el director de Obras, René Castañeda, desde mayo pasado. Su relación ha comenzado a ser riesgosa para el gobernador Blanco. No solo porque Castañeda utiliza su relación con la constructora Reca Construcciones, de la que sigue siendo representante legal, para obtener contratos. También porque en un claro conflicto de interés ha prendido nuevamente las alertas de la Unidad de Inteligencia Financiera sobre funcionarios del gobierno local en menos de seis meses.
¿Será que Bravo Medina y Hernández Mondragón buscan de nuevo que Cuauhtémoc Blanco vuelva a ser llamado a cuentas en Palacio Nacional por permitir que la corrupción se infiltre en su gobierno? Es pregunta con tiro a gol.