Es un Septiembre de 2017 sin precedente en la historia mexicana, al menos en la contemporánea: ya hubo tres terremotos este mes. En este año hemos sufrido varios huracanes y además de los fenómenos naturales están los cismas en el sistema político mexicano. Tenemos un Presidente que se confunde al hablar y que dista mucho de ser un líder en horas de crisis. Gobernadores corruptos, feminicidios, ejecuciones y un largo etcétera.

Además en la puerta de un proceso electoral que ya inició oficialmente y que será el más caro en la historia, a eso le vamos a agregar una reconstrucción que no se ve fácil.

 En el universo de noticias falsas que circulan en la redes vi un video compartido en mi cuenta de Facebook que hablaba de que México entraría en guerra con EEUU pues lo confrontaría como una potencia emergente en 2090. Me pareció la más ridícula de las fake news que los “chairos” estaban inventando, pero mi curiosidad me llevó al menos a investigarlo un poco.

 Y resultó que este video está basado en un estudio que hizo George Friedman, fundador y director del Centro de Reflexión Geopolítica Strategic Forecast. La revista Nexos publicó en 2011 un artículo previo al libro que editaría Océano llamado The Next 100 Years..

 En ese artículo Friedman dice: “México es hoy la economía número quince del mundo. Mientras los europeos se diluyen, los mexicanos, como los turcos, crecerán hasta volverse, para fines del siglo XXI, en una de las grandes potencias económicas del mundo. Durante la gran migración al norte alentada por Estados Unidos, el equilibrio de la población en los antiguos territorios mexicanos (los que vendió México en el siglo XIX) cambiará radicalmente hasta volver muchas de esas regiones predominantemente mexicanas.

 (Esto causará)...”La maduración de un serio enfrentamiento en Norteamérica entre Estados Unidos y un México de creciente poder y fortaleza… Ese enfrentamiento podría tener consecuencias sin precedentes para Estados Unidos y prolongarse más allá del año 2100… La idea de que el siglo XXI podría culminar en una confrontación entre México y Estados Unidos es difícil de imaginar. Pero recordemos cómo se veía el mundo en distintos momentos del siglo XX.”

 Esto me lleva a pensar que Friedman no había, como nadie, previsto los recientes hechos. Ahora es el momento de la sociedad mexicana. Ahora con la crisis. Vamos todos a cambiar la forma de cómo queremos al país. Es el momento.

Ahora que está sucediendo lo que nunca nos imaginamos vamos a exigirnos, a nosotros, no a los corruptos políticos, no a los líderes mesiánicos, no a los frentes amplios, vamos a decirnos a nosotros que necesitamos un cambio.

 Y cambiemos, dejemos de sentirnos derrotados, vamos a darnos la oportunidad de tener un mejor gobierno, una mejor justicia, un mejor país. Vamos a ser un mejor México.

 Claro, ahora seguro están pensando: Está bonito sí, pero ¿cómo? Pues primero vamos a cambiar las reglas, que no sean los diputados los que nos digan: “Híjole ¿qué creen?, que el proceso ya empezó y no se puede cambiar nada hasta el 2021”, tal como dijo la senadora Angélica de la Peña. No, los que vamos a cambiar somos nosotros, no necesitamos pedir permiso. No vayamos a los mítines ni recibamos las despensas, ni las playeritas ni las gorras, ni vendamos el voto. Es más, no votemos.

 No necesitamos unas elecciones el próximo año, no tenemos que ceñirnos a las exigencias de la clase política, reconstruyamos el país, con Peña, dejémoslo ser un líder, ya da igual, de cualquier forma él ya acabó. Y cuando estemos mejor, escojamos un presidente y unos diputados que hagan campaña sin comprar un voto, sin dinero convenciéndonos con la imaginación y la fuerza de sus discursos.

 Y mientras, metamos a la cárcel a los corruptos que propiciaron las malas construcciones en el país, a los gobernadores que esconden las despensas, a los que se esconden para no hacer nada y a los que ya les urge irse.

 Que vean los políticos que es en serio. Que recuerden que son nuestros empleados y que son ellos los que tienen que modificar su calendario, no nosotros.

Quizá, como dice Friedman, en 2030 sí empecemos a tener una economía más estable y se empiece a acabar la pobreza. No me seduce la idea de la guerra, pero sí la de un México triunfador. Si ya vimos que pudimos acabar con una emergencia en una semana, yo creo que sí podemos hacer un México mejor en 13 años.

 Para leer el artículo completo en la revista nexos de 2011 aquí la liga: http://www.nexos.com.mx/?p=17087