Estimados mexicanos:

Las pruebas traídas a nuestra atención son insuficientes para comprobar que se compraron votos. No bastan las más de 200 mil firmas de personas que lo admitieron, ni los depósitos comprobados, ni las tarjetas que se distribuyeron a la gente, ni las decenas de videos de juntas de gente del PRI (que sí acreditamos que se realizaron, pero es imposible probar que fueron para comprar votos), ni los miles de videos de gente intercambiando bienes en la calle o siendo perseguidos o denunciados por comprar votos el día de las elecciones. Nos rehusamos a investigar con nuestros recursos si hubo realmente todo lo que ustedes señalan; es su labor, no la nuestra, probarlo fehacientemente y a nuestra entera satisfacción.

Como el último y máximo órgano garante de que se cumpla la Constitución y que las elecciones sean libres y justas, nos rehusamos a revisar si la elección realmente fue libre y justa si no nos traen a los culpables confesos de la ejecución de la compra de votos, a los 5 millones de ciudadanos que supuestamente vendieron su voto y a todos los miembros del PRI con una confesión escrita de que, efectivamente, hicieron los depósitos para comprar los votos. Dichas confesiones deberán estar debidamente notariadas y fechar no más allá del 15 de julio, de manera que puedan ser aceptadas en el plazo convenido para su revisión. Sólo así podremos iniciar la discusión sobre si invalidar la elección o no.

Felicidades, mexicanos, el ciudadano Enrique Peña Nieto es su presidente electo.
Atte. TEPJF