La iniciativa que presentó en el Senado la fracción de Morena el pasado jueves 8 de noviembre para reformar las leyes para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros y de Instituciones de Crédito en Materia de Comisiones Bancarias, que busca eliminar las comisiones y cobros excesivas que realizan las instituciones bancarias a sus clientes. Se incluyen los cargos cuando se consulta el saldo o cuando se retira efectivo. La propuesta causó gran impacto en los mercados financieros provocando la caída de la Bolsa Mexicana de Valores y que se depreciara de forma considerable el peso frente al dólar. 

La iniciativa fue presentada por Bertha Caraveo a nombre de Ricardo Monreal, coordinador de los senadores del partido, pero el presidente electo, quien desde su triunfo se ha comprometido a respetar la división de poderes, además de la plana mayor morenista, incluyendo a Carlos Urzúa que será el próximo Secretario de Hacienda ya han aclarado que esta propuesta no es de ellos y que no ha sido consensuada en el equipo de transición. 

Los Bancos en México cobran comisiones muy altas a sus clientes por los servicios y tanto los intermediarios financieros de origen nacional como los que provienen del extranjero, sus cobros son exagerados y hasta podríamos decir abusivos si lo comparamos con lo que tienen que pagar por estos en otros países.   

Según el actual titular de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) Mario Di Costanzo el año pasado, los ingresos de los Bancos en México por el cobro de comisiones fueron por 108 mil millones de pesos, y hay productos que ni siquiera debería tener comisión.

La Condusef también reveló que las comisiones cobradas en México por bancos internacionales son hasta 19 por ciento más altas que en sus países sedes.

Los excesos de los Bancos en el cobro de estos servicios no es reciente desde del 2006 el Banco de México con otras instituciones elaboro un estudio donde reveló que en México las instituciones bancarias aplicaban a sus clientes 21 comisiones que no cobran en sus países de origen, en otros casos éstas resultan ser más caras hasta 10 veces.

Según la investigación los ingresos por el cobro de comisiones en México se incrementaron de forma descomunal en 15 años, con lo que pasaron de 13 por ciento en 1991 a 31 por ciento en 1999, y en 2004 se colocaron en 39 por ciento.

El mercado mexicano es muy importante para las firmas bancarias extranjeras, por las facilidades que da el gobierno, la laxa regulación que permite por un lado el exagerado cobro de los servicios e intereses a los clientes y por otro pagar bajos sueldos y reducir prestaciones a los empleados nacionales.

Un buen ejemplo de lo ventajoso que es invertir en México, lo tenemos con el Banco de origen español BBVA Bancomer, la filial en el país Azteca es el principal motor del crecimiento de ganancias del corporativo financiero, al obtener ingresos en el primer semestre del año por 1,208 millones de euros, un 21.2 por ciento más que el mismo periodo del año pasado; con lo que la unidad mexicana aportó el 41 por ciento de las utilidades totales del grupo hispano en el segundo trimestre de este año. 

La inversión extranjera en el sector financiero mexicano no es tan benéfica para el país ni crea los nuevos empleos e infraestructura que se requieren, ya que desde un principio estos inversionistas adquirieron bancos ya establecidos en el país y con infraestructura, en muchos casos se recortó personal, para mejores eficiencias administrativas, eliminando también sucursales. El Grupo BBVA Bancomer adquirió seis bancos en el país (Bancomer, Mercantil Probursa, Oriente, Cremi, Banco Unión) Grupo Santander adquirió dos bancos (Serfin y Mexicano Somex).

BBVA Bancomer es el Banco más grande del país con una cartera total de un billón 52,367 millones de pesos y una participación en el mercado de 23.19 por ciento. Sus activos totales ascienden a un billón 879,348 millones de pesos.

El Banco hispano, tiene un único trabajador directo en México. El resto, casi 30 mil empleados, están contratados por su filial BBVA Bancomer, Operadora SA de CV, creada el 22 de noviembre de 2006.

Mediante un convenio de sustitución patronal, conocida como outsourcing, esa empresa sustituyó a BBVA Bancomer SA como empleadora de todos los trabajadores del grupo financiero, que obviamente siguieron laborando para el Banco.

La operadora es una prestadora de servicios que asume las obligaciones laborales del Banco, pero como empresa independiente de éste y de sus ganancias; esta acción que era ilegal hasta antes de la Reforma Laboral del 2012 se pudo hacer con la convivencia del sindicato, que accedió a cambiar su personalidad jurídica de bancaría de servicios, y con la complacencia de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. 

Lo que gana la intermediaria financiera de origen hispano con esa maniobra es que sus empleados pierdan el derecho a participar en sus utilidades y las prestaciones que corresponden al gremio bancario, puesto que dejaron de pertenecer a esta institución.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), a febrero pasado había un total de 241 mil 625 trabajadores, destacando que el 54 por ciento de los empleados bancarios están contratados con las instituciones financieras bajo el esquema de outsourcing,.

El pasado mes de septiembre Bancomer emprendió un proceso de ajuste de su plantilla con el despido de alrededor de 1,500 trabajadores, esta acción obedeció a la digitalización que está haciendo la institución financiera.

No solo la institución financiera de origen español, está despidiendo trabajadores, Banorte recientemente prescindió de 500 empleados de Interacciones tras su fusión por absorción y existen rumores que hablan de una segunda fase de despidos que podría afectar a otros 300 trabajadores en los próximos meses.  

Los Bancos mexicanos gozan de muchas canonjías, de parte de las autoridades, por lo que pueden cobrar grandes comisiones por los servicios que prestan e intereses muy altos a los créditos que otorgan, además de poder reducir al mínimo, los derechos laborales de sus trabajadores. Estas prácticas de los intermediarios financieros con las que obtienen fabulosas ganancias, provoca que los dueños de estas instituciones financieras, cuando sienten que se están afectando sus intereses con cualquier ley, tienen el poder para provocar problemas, manipulando los mercados, para presionar y revertir estas acciones legales, como lo hicieron el jueves y viernes de la semana pasada con la iniciativa de Morena para cancelar las comisiones.

La intermediación financiera en México está en un proceso de oligopolio, lo que les otorga un poder de mercado que lo utilizan para aprovecharse de sus clientes y trabajadores.

Tiene razón Federico Arreola cuando habla de que alguien que rete al Dios Mercado, sufrirá terribles consecuencias.