Hace un año el Real Madrid estaba por los suelos, el ánimo de los jugadores estaba mermado, la relación con Rafael Benítez estaba destrozada y no tenía remedio. Llegó la guillotina para Rafa y Florentino echó mano del entrenador del Castilla (no era su predilecto, él quería traer de vuelta a Mourinho).

Llegó Zizou y las cosas cambiaron radicalmente, los jugadores se empezaron a sentir arropados, queridos, pero sobre todo volvieron a creer en ellos mismos. El equipo merengue es tal vez el equipo más difícil de dirigir del mundo. Pero Zinedine sabía lo que era jugar en ese equipo y ser una estrella.

Llegaron muchos triunfos y el francés hizo lo que pudo -que fue mucho-, quedó a un punto del Barca en La Liga y ganó la Champions. Ya para este año futbolístico, ganó la Supercopa de Europa, el Mundial de Clubes, va en primer lugar de La Liga y está a un partido de empatar la marca de partidos sin perder de un equipo español (Barcelona, 39).

Algunos periodistas hablan de que Zizou tiene suerte y por eso ha ganado lo anterior, yo todavía creo que le falta para ser un entrenador de élite. Pero ya quisieran el 99% de los entrenadores del mundo tener esa suerte, entrenar al Madrid y ganar la Champions.

Si en la “era Zidane” nos la vamos a llevar con “esa suerte”, pues bienvenida sea.

¡¡¡Hala Madrid!!!