Recibí recientemente por correo electrónico la revista digital Liber. La número uno correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2018. Es decir, una edición trimestral que se aloja en el sitio Arte & Cultura Grupo Salinas (ACGS), “dedicado a promover y difundir actividades artísticas y culturales”. Como responsables de la revista aparecen Sergio Vela, director general de ACGS, Fernando Fernández, editor, y José Homero, coeditor.
Vela, quien ha sido director de Ópera de Bellas Artes, director general del Festival Internacional Cervantino, titular de la Dirección General de Música de la UNAM, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y asimismo un buen director de escena operística, explica el título de la revista citando el Dictionarium novum latinogallicum, de Guy Tachard (1687):
Liber, libri. m. Un volumen, un libro; una obra espiritual o literaria; un hombre libre.
Liber, libera, liberum. Libre, que es de condición libre, que no es esclavo de nadie, que dice y hace lo que quiere; independiente.
Y al dar la bienvenida a los lectores, afirma: “Pondremos nuestro empeño en convertirnos,…, en un liber amicus, amigo sincero, que dice lo que piensa a sus amigos, a la vez que liber a delictus, libre de errores… en la medida de lo posible”. La cualitativa presencia de los escritores Fernández y Homero como editores de la revista, contribuirá sin duda al objetivo.
Este primer número de Liber se manifiesta, sobre todo, como la ocasión para presentar los intereses y trabajos de ACGS en distintas áreas artísticas. Fotografía, escultura, literatura, antropología, música, artesanía, a través de la perspectiva de miradas diversas y variadas plumas.
De entrada, se exhibe la colección fotográfica de Ricardo Salinas Pliego que, en “Arte y memoria de una nación”, Adriana Ortega y Calderón establece como “una de las más completas de México, con objetos, manuscritos y archivos que son parte fundamental de la narrativa visual” de la historia nacional. Las colecciones son ocho: Guillermo Kahlo, Henry Greenwood Peabody, Désiré Charnay, Tipos Mexicanos, Tarjetas de visita y vistas de México, Acervos Anita Brenner y Mexico This Month, y Fotografías estereoscópicas. El trabajo de Ortega, acompañado de imágenes a manera de ejemplo, es una estimulante invitación a conocer este importante legado artístico e histórico de México. (El cierre de la revista presenta otra colección, “Orgullo de mi país: interpretaciones del corazón patrio”; en exhibición del 17 de octubre al 24 de febrero de 2019, en el Museo del Carmen, San Ángel).
Si la introducción a la revista se ocupa de la fotografía, la segunda parte, acaso el núcleo de la edición, mira a la escultura a través de dos textos. “50 años de la Ruta de la Amistad. Donde la sorpresa se mantiene”, de Arturo Mendoza Mociño, y “Un sol que no deja de alumbrar: Sol bípedo de Pierre Székely”, de Dionicio Morales.
Y acaso es la parte central porque 2018 significa un dato importante en la vida de los mexicanos. No sólo por el viraje político y social que podría significar la elección federal de este año, también porque se ha recordado el cincuenta aniversario de dos acontecimientos cruciales para el país. Los Juegos Olímpicos de 1968 (JO) y el crimen de la Plaza de las Tres Culturas, la noche de Tlatelolco. Ambos eventos precedidos por otra horrenda noche, la matanza de San Miguel Canoa, anegada por un ambiente social enrarecido por la guerra fría, manipulado con el fantasma de un comunismo inexistente en México, y con la ignorancia como telón de fondo en un país gobernado de manera autoritaria. Canoa, de Felipe Cazals (1975), revelaría el terror de un fenómeno aún existente y persistente, el linchamiento.
Más allá del deporte, la olimpiada de 1968 abriría una fructífera veta al arte. Paralela a los juegos y prácticamente durante todo el año, se ingenió una Olimpiada Cultural, lo cual es digno de recordar y rescatar para el presente, pues fue la primera ocasión, según señala el poeta Dionicio Morales en su texto, en que se dio un evento de esta naturaleza durante este tipo de juegos; teniendo su expresión en casi todos los terrenos artísticos. Pedro Ramírez Vázquez, presidente organizador de los JO, ha dicho que la idea provino de los vestigios griegos, ya que en las olimpiadas originales lo artístico y lo deportivo se prodigaba en mutua correspondencia.
La escultura estuvo a cargo del artista plural Mathias Goeritz y el arquitecto Ramírez Vázquez. Concibieron la Ruta de la Amistad. Un corredor escultórico monumental de 17 kilómetros de extensión entre la Villa Olímpica y el canal de Cuemanco de la Ciudad de México, donde se ubicaron 19 esculturas abstractas de 17 artistas, de 17 diferentes países. En su texto, Mendoza Mociño describe y explica los detalles de la Ruta, su importancia, los riesgos naturales y humanos a que ha estado expuesta y la urgencia de rescatar este singular legado amenazado en algún momento incluso con su desaparición. Expresión que se ha transfigurado geográficamente al reubicarse, entre 2011 y 2013, de su posición original a lo que llama trébol Insurgentes Sur-Periférico, Viaducto Tlalpan-Periférico. Asimismo, habla de la labor del Patronato México 68, presidido por Luis Javier de la Torre, tenaz en el rescate de las obras, y de la relevancia de que el conjunto escultórico haya sido incluido desde 2012 en la lista del programa World Monuments Watch publicada por World Monuments Fund.
19 esculturas originales que ofrecen al sur de la ciudad una cualidad distintiva que han visto y tal vez disfrutado quienes han vivido, estudiado, trabajado o pasado por los entornos de dicha geografía. Animadas por el hálito del sol, de allí el nombre y la inspiración solar de varias de ellas, Morales escribe su texto sobre la obra del artista húngaro Pierre Székely, Sol bípedo; escultura adoptada para su rescate y embellecimiento por ACGS.
Al establecer el valor de las esculturas y su concepto, Dionicio cita a José Vasconcelos, “tanto hace por la cultura quien la crea, como quien la promueve”. También quien la rescata y preserva, agrega, “porque se necesita hacer una serie de maniobras y trabajos teóricos y prácticos para que luzca la verdad y la belleza con la que fue creada, y que esa luz a la que se llega después de mirarla con el fulgor de la mirada pública de los espectadores, alumbre, a través de su enraizada presencia en la tierra, los sentidos”.
Se dedica un texto más al sol, “Ciclos de la eternidad en la Piedra del Sol”, de Ernesto Lumbreras, que narra el retorno a la vida (17 de diciembre de 1790) del símbolo que fuera condenado al inframundo por los españoles, esa inspiración vital, artística y poética de la raíz mexica.
Las partes subsecuentes del volumen están dedicadas a la literatura y la música. Armando González Torres, en “Plural un antecedente liberal en el México de los años setenta”, habla de la célebre y celebrada revista de Octavio Paz, precursora de Vuelta, y anuncia el sobresaliente proyecto de digitalización que de la misma realiza ACGS.
Atractivos son los trabajos del poeta José Manuel Recillas “El Gutemberg de la música: Ottaviano dei Petrucci y el Odhecaton”; “Dona nobis pacem. Esnsamble Odhecaton”, de Manuel Mejía Armijo; y “Claudio Monteverdi (1567-1643): un legado que transformó a la música”, de Fernando Álvarez del Castillo.
Magnífico primer número de Liber. No sólo enriquecedor para los interesados en las distintas disciplinas artísticas consideradas, también de utilidad como vínculo a la biblioteca digital de ACGS, para descargar obras de gran interés. Y no menos atractivo como invitación extendida a la participación de los ciudadanos en el disfrute de la belleza artística en consonancia con la naturaleza y la urbanidad, así como al rescate, la preservación, la recreación y la memoria.
P.d. Para explorar la revista, aquí el enlace: https://issuu.com/arteyculturags/docs/liber01