Inició 2018, será un año de contienda electoral que terminará con otra persona en Los Pinos en el último mes del año. De esta forma, en diciembre, sin duda, emprenderemos otro reinicio en el país.
Los mexicanos somos un pueblo especial, famosos en el mundo. Nos hemos ganado un lugar entre las culturas más importantes, estamos presentes en las competencias deportivas del mundo, en el arte, en la academia, en el cine; en fin, no hay un lugar importante del mundo en donde no encontremos a un compatriota.
Somos esforzados, inteligentes, honrados, orgullosos, amables, hermosos y amorosos. Reconocidos en todo el mundo, si un mexicano viaja al extranjero usualmente es bien recibido donde vaya.
2017 fue un año difícil para nosotros, nos enfrentamos a una realidad en donde el dinero no nos alcanza, la oposición del presidente de nuestro vecino más poderoso, ahí donde también muchos tenemos familia, el vecino que era como nuestro hermano mayor y que ahora en lugar de ayudarnos nos está hundiendo.
La inflación no es catastrófica, pero en este año todo ha subido tanto que hace unos días el Banco de México anunció un alza mayor a los 4 puntos. Y los sentimos en el bolsillo, al pagar la luz, el gas, la gasolina, la comida. En fin, todo lo que este gobierno prometió que iba a ser más barato, es más caro, incluso nuestras deudas, pues la tasa de interés probablemente suba medio punto más en febrero.
Por si eso fuera poco sufrimos inundaciones, incendios, terremotos, asesinatos, robos, secuestros, fue un año terrible… Pero nosotros dimos la cara, ayudamos al vecino sin conocerlo, condenamos los actos de violencia y las raterías, somos nosotros los que pase lo que pase seguimos manteniendo la economía, los que trabajamos todos los días por un mejor país.
Nosotros, tú, yo. Somos México.
Este año hay elecciones, vamos a escoger a nuestro presidente, habrá quizá 5 candidatos, todos tienen una cosa en común: nos están prometiendo que van a trabajar por un mejor México y porque a cada uno de nosotros nos vaya mejor.
Para empezar eso es una buena noticia. Bueno si, cada seis años nos prometen lo mismo y cada seis años alguien gana y hay otros candidatos que pierden y el país se divide entre los que votaron por el ganador y los que perdieron con el vencido.
Quien gana, comienza su mandato con medio país en contra, con protestas de fraude, con el enojo de algunos empresarios que incluso en otros años han desestabilizado la economía, y todos sufrimos y tenemos que remontar y aguantar. Al final somos nosotros los que volvemos a sacar a flote al país, los que seguimos trabajando, los que nos levantamos temprano y pagamos la reconstrucción.
Y los gobernantes empiezan trabajando con nosotros, se maravillan de nuestro aguante y de nuestro empuje, de nuestra fuerza. Y todo empieza a ir un poco mejor, luego vienen unos buenos años y después regresamos a ver quién se va a lanzar como candidato y … a ponernos otra vez unos contra otros, a la crisis y a votar otra vez.
¿A quién le conviene que los mexicanos estemos divididos cada seis años? ¿A quién le conviene que cada seis años haya una crisis? ¿A quién le conviene que cada seis años se reinvente este país? A nosotros No.
Pensaba pedirle a los candidatos que hicieran un pacto, que no se agredieran y no tiraran mierda entre ellos, que por un momento fueran solidarios, mesurados y civilizados. ¿Y si mejor nosotros no hacemos tanto drama?
Llegue quien llegue a la Presidencia, somos nosotros los que vamos a seguir yendo temprano a trabajar y seguiremos siendo los que vamos a hacer de México un mejor país.
No hace falta un mejor gobernante, hace falta que nosotros no nos peleemos, que seamos nosotros los que sin enojos, sin fanatismo, sin violencia no caigamos en el clientelismo fácil de cada seis años.
Veamos otras naciones, las elecciones no son el motor de la economía de ningún país excepto del nuestro. Llegue uno u otro candidato nosotros seguiremos siendo México. No digo que no vayamos a votar, no digo que no escojamos a quien creamos que es el mejor candidato; lo que digo es que no nos peleemos, ni nos dividamos. Que juntos es mejor.
El Presidente es uno, y está demostrado que no es él quién resuelve todo, ni tiene una varita mágica, ni todo el poder, hay más fuerzas, una de ellas somos nosotros. El Presidente no es nuestro papá, ni un dios chiquito.
Por eso te propongo a ti, que sin enojarte, sin apasionarte, sin sentir odio por tu vecino, vayas y votes por quien quieras. Y después sigamos trabajando, que de todas formas vamos a hacerlo, pero sin un país dividido, ni reinventado, porque el presidente es uno de nosotros y todos juntos somos México.