La difícil situación que atraviesa México con una crisis económica, provocada por la implementación de una economía electoral, la crisis de salud por los efectos de la pandemia y por el desmantelamiento del sector salud, y la crisis de inseguridad que ya rebasa la que vivimos en las dos administraciones anteriores, tanto en percepción, como en número de muertos, trae consigo la exigencia de cuestionar si la estrategia del gobierno funciona.

Pero, aun ante la evidencia, el compañero presidente se ha negado, no solo a corregir el rumbo, sino siquiera a reconocer que el país entró en aguas turbulentas por falta de resultados en su administración.

¿Y ahora quién podrá defendernos? 

AMLO ha confiado, casi hasta la sumisión, en el presidente Trump. La respuesta de AMLO ante los problemas de seguridad y económicos es que si le va bien a Estados Unidos le va bien a México.

La devoción de AMLO hacia Trump quedó de manifiesto durante su visita a la Casa Blanca, cuando miró a los ojos a Donald Trump, y en su común lenguaje cristiano le dijo: "Fallaron los pronósticos, no nos peleamos, somos amigos y vamos a seguir siendo amigos".

Sin embargo, desde aquella visita histórica a la fecha, las cosas cambiaron mucho. La contienda electoral en Estados Unidos no se parece en nada a la de hace cuatro años, cuando se registró uno de los fenómenos político-social-electoral más controvertido de la historia mundial, cuando la consultora, Cambridge Analytica, fundada en Estados Unidos y con una empresa matriz británica, obtuvo y manipuló de forma irregular la información de 50 millones de usuarios de Facebook en Estados Unidos que puso a disposición de Trump. Lo mismo pasó en Gran Bretaña con el Brexit y en las elecciones de México y otros países en 2018.

Sin este fenómeno, en Estados Unidos las cosas cambiaron. Las encuestas electorales reflejan una ventaja por parte de Joe Biden de al menos seis puntos sobre Trump y RealClearPolitics apunta casi nueve puntos.

Esto lo cambia todo, las locuras de Trump y la réplica en México con AMLO, ya no tienen respaldo, porque Biden, al parecer empieza a generar mensajes y apoyos distintos y los grupos influyentes en Morena y la 4T empiezan a asimilarlo y a mostrar un cambio.  

¿Qué está cambiando?

Hay hechos que hacen pensar que se empieza a gestar un golpe de timón:

El primero a mencionar, es el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien insiste en una economía apegada a la realidad a diferencia de la que pretende AMLO, con su “economía electoral”. Herrera no defiende la economía de la 4T, incluso, hay que decirlo, fue nombrado presidente de la junta de gobierno del FMI y del Banco Mundial para corregir la “política electoral” de AMLO antes de que, como dominó se lleve “entre las patas” no sólo a México, sino a varios países de América Latina.

Lo segundo, son las declaraciones del coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien advirtió que será difícil aprobar la petición de AMLO de extinguir 109 fideicomisos. Incluso, la senadora Ifigenia Martínez, una gran economista y luchadora de izquierda, advirtió los efectos negativos de esta medida y votó en contra, al igual que otros senadores morenistas.

Monreal también se pronunció en favor de mantener el Instituto de Telecomunicaciones (IFT) para favorecer el mercado en el sector. Posición contraria a la de AMLO, de desaparecer los organismos autónomos como la CRE y la CNH.

Se suma además un importante mensaje desde Estados Unidos. En entrevista con León Krauze, uno de los hombres más condecorados en Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico durante la administración de William Clinton, el general Barry McCaffrey, dejó ver que la reciente detención del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, despierta desconfianza por parte de las agencias de seguridad de su país hacia México, principalmente hacia el titular de la secretaria de Seguridad Pública y otras dependencias del gobierno federal que venían trabajando con la administración Trump.

Dejó clara la grave problemática que enfrenta el compañero presidente y la necesidad de un golpe de timón al señalar que: “creo que López Obrador ya entiende que está en serios problemas a causa de la violencia. Ya va a acudir a las fuerzas armadas, que son valientes y organizadas. Creo que AMLO está resultando ser un desastre, y me entristece. Lo que México en verdad necesita son políticas sólidas en economía y seguridad interior, y necesita luchar contra la corrupción, y me parece a mí que lo que AMLO está haciendo es pisar la libertad de prensa y entregar contratos a sus amigos. No sé qué pasaba con el aeropuerto cancelado, pero estoy seguro de que la respuesta errónea es darles a las fuerzas armadas la responsabilidad de construir uno nuevo”.

Al parecer los demócratas ya dan por hecho el triunfo de Biden y los cambios se sentirán en México y AMLO, o se adapta al cambio o se quedará sólo. El compañero tendrá que demostrar que su relación con Estados Unidos y su presidente es institucional y no sólo fue por complicidad y religión.