Mucho se ha hablado sobre la falta de una oposición a AMLO. Lo cierto es que hasta ahora no la hay, los partidos políticos están desechos y/o alineados con el presidente; el PRI con Alejandro Moreno y el PAN con Marko Cortés parecen más el partido de AMLO que Morena, el PRD debilitado y grupos como FRENAA, que carecen de una agenda y solo repiten lo mismo, como lo hizo AMLO por más de 20 años, o personajes como Ricardo Anaya, que vienen a simular oposición mientras dividen.

Con todo esto, no se entiende por qué el presidente se queja de que la oposición, los conservadores y los neoliberales quieren “destruir su proyecto transformador” y no se entiende, porque realmente, la oposición está con él.

La guerra es interna 

La realidad es que la oposición está en las entrañas de la 4T, dentro del gabinete, en sus aliados empresariales y en su partido Morena, al parecer cada uno vela por sus propios intereses y han decidido cobrarse “a lo chino” los apoyos que le dieron al camarada para su campaña.

Mención aparte merecen las renuncias que se han dado en el gabinete, a causa de graves diferencias con AMLO y su estilo autoritario de gobernar, quienes están cerca dicen que no se le puede contradecir en nada.

Por ejemplo, el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzua y el de Medio Ambiente, Víctor Manuel Toledo denunciaron serias diferencias con AMLO y grupos del gabinete. El de Comunicaciones y Transportes salió por diferencias al oponerse a la militarización de los Puertos, además dicen los que saben, que la verdadera razón fue por sus implicaciones en el caso Odebrecht, por la asociación de la empresa familiar IDESA con la brasileña Brasken. En Medio Ambiente renunció la hija del exsecretario de Gobernación de Salinas, Patrocino González Blanco Garrido por diferencias con varios grupos al interior del gabinete, aunque el pretexto fue que se detuvo el despegue de un avión comercial para que la esperaran a que llegara.

Otros cargos de segundo nivel como el caso del director del IMSS, Germán Martínez, quien también denunció fuertes diferencias con miembros del gabinete; Mónica Maccise de Conapred se vio envuelta en una polémica que concluyó en su renuncia por atreverse a contratar a un crítico de la 4T como Chumel Torres.

En el sector energético, están las renuncias de Guillermo García Alcocer a quien obligaron a salir con la amenaza de acusarlo penalmente por lavado de dinero; los responsables de la CNH y CENACE por advertir posibles desastres en el sector por las políticas de AMLO en electricidad y petróleo.

El último descalabro fue el del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, donde su extitular Jaime Cárdenas denunció ante las autoridades competentes graves actos de corrupción, AMLO lo calificó como una acción de politiquería y desde luego que las denuncias a la Función Pública dormirán el sueño de los justos. 

La guerra de Morena 

En cuanto a Morena, lo que sobresale es el debate entre grupos y personajes del gabinete del presidente y legisladores que, por el control del partido, se han dado hasta con la cubeta, intercambiando acusaciones de corrupción y otras cosas más.

Por un lado, la madre de la secretaría del Trabajo, Bertha Luján, Alfonso Ramírez Cuéllar y la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum negociaron la postulación del diputado Porfirio Alejandro Muñoz Ledo y Lazo de Vega y de la senadora Citlalli Hernández con el apoyo de César Yáñez, exvocero de AMLO y hoy coordinador general de Política y Gobierno de la Presidencia y del senador Martí Batres.

Otro bloque es el que conforman el diputado Mario Delgado con el senador Ricardo Monreal y el canciller, Marcelo Ebrard, que cuentan con el apoyo del “Grupo Chiapas”, con el gobernador Rutilio Escandón; Eduardo Ramírez Aguilar, presidente del Senado y el exmandatario Manuel Velasco.

Otro grupo es el de Yeidckol Polevnsky, a quien apoyan los hijos del compañero presidente, junto con Armando Guadiana, de Coahuila; Antares Vázquez, de Guanajuato; Américo Villarreal, de Tamaulipas; José Narro, de Zacatecas, y José Luis Pech, de Quintana Roo.

Entre los empresarios aliados a AMLO pasa lo mismo. El grupo compacto de empresarios que domina la economía de la nación son Carlos Slim, Miguel Rincón, Ricardo Salinas y Carlos Hank. Estos cuatro se han encargado de ahuyentar a la inversión nacional y extranjera de México y han aniquilado a la pequeña y mediana empresa.

Todos ellos tienen a sus funcionarios en el gabinete: Carlos Slim tiene a su consuegro como secretario de Turismo, Miguel Rincón es el compadre de AMLO, Ricardo Salinas tiene al director de Banobras y otra serie de funcionarios en puestos clave para sus negocios, Carlos Hank domina la CNBV y algunos otros puestos.

Todos ellos son los que están golpeando, abierta y soterradamente a la 4T. No hay un proyecto de gobierno real, lo que hay son intereses de unos cuantos.

Mientras que la llamada oposición tampoco tiene un proyecto ni una agenda, de tenerla, la podrían imponer fácilmente ante la carencia de esta por parte de AMLO y su gobierno.

Al final la polarización que se está dando en México, es promovida y patrocinada por todos los grupos que se dan al interior del gobierno de la 4T.