Hace días se supo que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México ofreció una disculpa pública a Lorena González Hernández, quien fue víctima de fabricación de delitos y estuvo en prisión injustamente por el secuestro de Fernando Martí en 2008.

¿En 2008? Sí, cuando era titular de la Procuraduría el hoy senador y ya ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.

Recordemos, como informó SDP Noticias, que el 15 de septiembre de 2008, Lorena fue detenida sin orden de aprehensión, mientras trabajaba en el área de procesos administrativos de la Policía Federal; la acusaron del delito de secuestro cometido contra Fernando, hijo del empresario Alejandro Martí.

Como bien ha recordado SDP Noticias, “no había ninguna prueba que la involucrara pues la denuncia fue anónima, y las personas que declararon en su contra, no existían pues sus identidades fueron fabricadas para sostener una acusación en contra de Lorena. En julio de 2015, un juez le otorgó su libertad por falta de medios probatorios”.

Dado lo anterior, la actual procuradora, Ernestina Godoy, admitió la responsabilidad de la dependencia en la violación múltiple de derechos humanos de Lorena, y aseguró que los responsable de la fabricación de pruebas y delitos, serán sancionados. También se comprometió a reparar integralmente el daño de la víctima.

Disculparse honra. Ha sido un gran gesto el de la señora Godoy y, desde luego, también del gobierno en el que colabora, el de Claudia Sheinbaum.

La afectada, Lorena González Hernández, aseguró que no le guarda rencor al senador Miguel Ángel Mancera, bien por ella… y mal por Mancera.

No disculparse deshonra. Y es que las disculpas que ofrecieron a Lorena González no provinieron de la autoridad que le arrebató su libertad en 2008. La disculpa pública no provino del ahora senador Miguel Ángel Mancera ni tampoco del ex embajador en Holanda, Édgar Elías Azar, quienes en ese entonces ocupaban los cargos de procurador capitalino y presidente del Tribunal Superior de Justicia. Deshonrados quedaron.