El gobierno debería de declarar una suspensión de garantías, sobre todo en la concentración de recursos en entes públicos, como los partidos políticos. Sin todas las leyes adecuadas para enfrentar en este momento los riesgos, y pocos recursos, México exhibe como muchos países, una serie de omisiones que bloquean acciones ante el virus.

Son cuestiones que aunque indirectas, están inmiscuidas como todo en la situación actual.

Me refiero a una división de poderes que no contempla virar ante presiones de uno de ellos, como ha sido el caso del Poder Judicial en estos meses y ahora, con un legislativo que no quiere frenar las grandes fortunas que se les entregan a los partidos, cuando hay tantas carencias sanitarias que precisan esos recursos.

El que esté en manos de un poder una decisión vital en este caso el legislativo que actúa para su propio beneficio, es parte de las grandes omisiones de este sistema, que nos mantiene amarrados a una serie de normas. De hecho pasa en todas partes y los vemos en Estados Unidos, con un presidente que navega entre la desmesura y la estupidez, y advierte que esperará entre cien mil a doscientos cincuenta mil muertos como algo normal, sin que haya un poder alterno que actúe para frenarlo y lo obligue legalmente a enfrentar la crisis con denuedo.

El sistema económico puesto al descubierto, evidencia a los que se desarrollaron a su amparo, como el jurídico, que cumple su normativa principal de adaptarse al sistema que lo creó. Mientras, con las manos cruzadas ante muchas eventualidades, los mexicanos nos dirigimos al precipicio del Covid-19, con la esperanza de salvar lo que se pueda.

Aunque muchos pedían la aceleración, se ha ido paso a paso para introducir la fase en el momento adecuado y usar los recursos que se tienen.

Con todo el temor que agobia a millones, México está mejor posicionado que muchos países del primer mundo y sin que sea un mal de muchos consuelo de tontos, hay esperanzas de sortear con menos agudeza la emergencia.

 

LA EMERGENCIA MUNDIAL HA EXHIBIDO LOS SISTEMAS QUE RIGEN

La emergencia que vive el mundo, no solo ha exhibido las crisis internas de cada país, sino la evidencia mostrada desde la Segunda Guerra Mundial, de que el ser humano no aprende. Aquella conflagración exhibió no solo la desvalidez en la que estaba parte de humanidad, en manos de un solo hombre que empujó a la muerte de millones, sino la secuencia de países que doblaron las manos para evitar su propia destrucción.

Los actos heroicos, los muchos héroes que salieron de ese episodio crucial, no igualan a los muchos que fueron detenidos y sorprendidos, sin ningún asidero al que cogerse. La actual circunstancia muestra lo poco previsor que ha sido ese ser humano en sus recursos, desarrollo y medios legales, para salir al paso a quienes agreden, bloquean y agudizan el problema.

Nueva York, la gran ciudad, por ejemplo, una víctima en su momento del acto terrorista del once de septiembre de 2001, vuelve a mostrar su pobreza previsora con miles de muertos al día. España, dominada por décadas por un tirano que permitió la concentración de la riqueza que ahora todavía presiona, ha sido gobernada en periodos por derechistas como José María Aznar y Mariano Rajoy, que nos recuerda en estos momentos su soberbia y su alianza con el imperio, el caso del primero, para agredir a países como Irak y la negativa gorilesca a la independencia de Cataluña, de parte de Rajoy. El propio Pedro Sánchez, heredero del naufragio de su país, dio vía libre al encarcelamiento de los independentistas, antes de enfrentarse, maniatado y obligado a negociar, a esta pandemia que devora diariamente a centenares.

 

SUSPENDER GARANTÍAS Y POSPONER ELECCIONES DEL 2021, OPCIONES LEGALES

La incertidumbre a la que nos enfrenta la emergencia nacional , puede implicar cambios normativos, como en el caso de las elecciones del 2021 que pueden ser trasladadas a otra fecha. La suspensión de garantías constitucionales prevista en el artículo 29 de la norma suprema , puede interpretarse según algunos juristas con un involucramiento no solo de garantías individuales, sino de derechos sociales y derechos políticos. Lo que significaría que ciertas prerrogativas como las de los partidos pueden ser afectadas. En su inicio cuando se refiere a los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, señala “o de cualquier otro que ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto…”, situación que entraría en el caso actual. Solo el Presidente de la República puede declarar la suspensión de garantías, con el acuerdo de los titulares de las Secretarías de Estado y la Fiscalía General. La aprobación del Congreso de la Unión, que se menciona, es con el fin de darle facultades extraordinarias al ejecutivo porque la suspensión implica la creación de una ley. De acuerdo a los pasos que se han seguido en esta emergencia, la decisión sobre posponer las elecciones del 2021 y la suspensión de garantías, pueden estar ya en la agenda.