No, la “venganza de Moctezuma” no tiene que ver con la afamada compañía cervecera de dicho nombre (que aumentará sus precios como castigo por vetar sus productos durante la cuarentena) sino por un acontecimiento de tiempos de la colonia, cuando los conquistadores españoles procesaron el maíz como trigo (sin nixtamal) y omitieron la niacina de su dieta, provocando en su consumo enfermedades estomacales, locura y muerte.

La expresión es más conocida por un mito, que cuenta que el emperador Moctezuma le ofreció a Hernán Cortés una cena con hartos chiles toreados, provocando que el conquistador se la pasara con diarrea.

Coloquialmente se conoce como “la venganza de Moctezuma” como cualquier padecimiento gastrointestinal provocado a un extranjero que consume comida mexicana.

Aunque Donald Trump tiene fama de bruto, al parecer, hizo una contra-venganza gastronómica a la inversa, mucho más refinada, pues una auténtica venganza contra su homólogo mexicano hubiera consistido en ofrecerle la típica gastronomía norteamericana, que básicamente consiste en únicamente cuatro detestables platillos: Hot cakes, hot dogs, pop corn y hamburguesas (rociados con refresco de cola). ¡Hasta los ingleses, afamados por tener una pésima cocina, tienen más variedad y sazón que los gringos!

Cual “bofetada con guante blanco”, Trump ofreció cochinita pibil, ropa vieja, rajas con crema, plátanos machos y calabacitas a las mexicanas (y para acentuar la humillación, ¡remató con platillos de cocina mediterránea para la cena!)

En realidad, no parece que entre ambos mandatarios existan ánimos de venganza (a pesar de sus respectivos gobernados exijan una lucha a muerte). Muchos mexicanos (que comprensiblemente odian a Trump) no tan solo hubieran preferido que el “Peje” hubiera entrado en su territorio sin tapabocas, sino dando positivo en la prueba de coronavirus, para que, cual kamikaze azteca, se sacrificara llevándose entre las patas al pueblo que nos despojó de la mitad de nuestro territorio (y nos legara a las Kardashian), pero nuestro presidente no va en plan de desquite (ni siquiera cuando el poderoso mandatario racista se recetó unos “bowl tacos” en la Torre Trump, el 5 de Mayo del 2017, cometiendo una doble afrenta: burlarse de nuestras fuerzas anti-intervencionistas, y promover de paso la comida “tex-mex”, uno de los peores adefesios gatronómicos de lesa humanidad).

Muchos analistas de ambos países han repetido como loros que Trump se va a aprovechar de López Obrador, usándolo propagandísticamente para obtener más votos en su reelección. Pasan por alto que la negociación a puerta cerrada (más allá de los conocidos temas de inmigración, energía e inversiones) tiene como objetivo beneficiarse mutuamente.

Muchas personas creen, equivocadamente, que la fuerza de un Padrino de la mafia consiste en su capacidad de actuar violentamente. Nada más alejado de la realidad: su fuerza está en sus habilidades negociadoras (los Dones legendarios así lo comprueban: Don Pepino Sgadari, Don Antonio Milletari, Don Vito Cascio Ferro, Don Calogero Vizzini, Don Peppino Russo). Recordemos que en la película “El Padrino”, Don Vito Corleone y Don Philp Tattaglia, se perdonan los asesinatos de sus respectivos vástagos y en una reunión, con las cinco familias neoyorqinas, se dan un abrazo, para llegar a acuerdos que beneficien a ambos.

A diferencia de Trump, el “Peje” no se puede reelegir, pero Morena necesita permanecer en la presidencia, para darle continuidad a los proyectos de la 4T y la derecha no recupere el poder, regresando los mismos privilegios, alianzas con el narcotráfico y corrupción de antes. Estados Unidos puede colaborar policiaca y judicialmente contra todos los “pájaros de cuenta” del narco y/o con residencia en su país (como Genaro Luna), la mayoría relacionados con Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón (éste último, caudillo de la derecha para recuperar el poder, a mi modo de ver estúpidamente, por no decir pendejamente).

La reunión Trump-“Peje” quizás no les guste a muchos, pero implica una purga necesaria, como cenar cochinita pibil con frijoles negros refritos y harto chile habanero.