Veamos el ejemplo de Estados Unidos. El segundo cuarto del año fue el mejor cuarto de la Bolsa Americana desde 1998 y es el segundo mejor cuarto para el índice Dow Jones desde 1938.

Después de ver esto, el diario estadounidense The Washington Post anuncia que la economía del vecino del norte se contrajo en un 9.5 por ciento, la caída más grande desde que el gobierno empezó a publicar estos resultados hace 70 años. Este tipo de caída no se había dado nunca en la historia de Estados Unidos, el proyectado anual tiene una contracción del 32.9 por ciento.

Jerome H. Powell, secretario de la Reserva Federal de Estados Unidos, advirtió que no puede haber una recuperación económica sostenida hasta que el virus esté bajo control. Esto porque los nuevos brotes de Coronavirus han obligado a restringir ciertas actividades económicas en algunas regiones de Estados Unidos.

¿Qué fue lo que afectó a la economía estadounidense?

Las personas han empezado a cambiar su forma de vestir a algo más informal y hogareño. Se han visto afectadas las ventas de ropa de trabajo y hasta los jeans, a esto hay que agregarle la parte de los zapatos.

Los precios del petróleo colapsaron al no haber personas en las calles, menos gente usó sus automóviles, transporte público y servicios que utilizan gasolina.

En la parte de la salud, muchos médicos que no trabajan en temas de Covid-19 se han visto afectados porque mucha gente ha cancelado las visitas y procedimientos médicos que no tengan que ver con una emergencia.

Los restaurantes son de los más afectados al no tener comensales y muy pocos sobreviven con los servicios de comida a domicilio.

Curiosamente, aunque no hay tantas personas en la calle, muchos de los que usaban transporte público han cambiado al adquirir automóviles para no tener que utilizar el transporte público, cosa que ha hecho que la industria automotriz tenga un crecimiento extraño para estos tiempos.

Lo que reflejan los resultados de este cuarto es que, no importa que se abra la economía, no importa que el gobierno inyecte dinero a través de programas de apoyo, esto no se resolverá hasta que controle al virus.

…¿y la Bolsa?

Los inversionistas han tenido un gran crecimiento después de la crisis de 2009. El 2020 pintaba como otro año con crecimiento, pero llego el Covid-19. El coronavirus detuvo el consumo, pero el dinero que se obtuvo con el crecimiento de los últimos 11 años está disponible para invertirse.

Las personas que tienen dinero ven a la Bolsa como un lugar seguro donde invertir, pues es donde se está moviendo el dinero. No se puede invertir en, por ejemplo, abrir un restaurante, pues no hay movimiento para poder hacer que lo invertido crezca. La inversión ahora es en desarrollos tecnológicos y el sector farmacéutico; estos sectores son los que están moviendo a la economía de los países ahora.

Las pequeñas y medianas empresas sufren, pues estas, por lo general, no tiene acciones en la bolsa y por eso nadie puede invertir en ellas esperando un retorno en su inversión. Si una gran parte de la fuerza laboral trabaja en una Pyme, este un factor que afecta fuertemente a la economía.

¿Estamos viendo una burbuja como la que vimos por allá en el año 2000 con el Internet? Es probable, pues si la economía vuelve a lo que era antes del Covid-19, los inversionistas seguro buscaran invertir su dinero en otras cosas. Mucha gente está “protegiendo” sus ahorros en la bolsa, pero no sabemos qué pasará cuando se controle finalmente la pandemia.

Entonces, ¿qué hay que hacer?

La solución para que todo esto cambie es muy sencilla y tiene que ver con el sentido común. Se tiene que usar el cubrebocas, mantener la sana distancia, evitar las ocasiones de contagio, cuidarse, cuidarse, cuidarse. En el momento que los contagios disminuyan y los rebrotes sean pequeños, en ese momento vendrá la recuperación.

Habría que recordar que en otros países la pandemia empezó antes y que han tenido mucho mejor control que el que se ha tenido en el continente americano. No podemos pedir que pase lo mismo en nuestro país cuando no hemos seguido lo implementado en los países que están mostrando una cierta recuperación.

No se puede pensar en una recuperación económica si no hay antes una disminución en el número de contagios de Covid-19, y esto solo puede pasar si somos precavidos.

No tenemos que esperar a que una autoridad nos ponga el ejemplo. No tenemos que esperar a que el artista o deportista nos ponga el ejemplo. Si podemos hacer todo lo posible por mantener las indicaciones sanitarias (que realmente son sencillas), seguramente volveremos a algo parecido a antigua normalidad.

Está la esperanza de la vacuna contra el coronavirus, pero habría que convencer al 60 por ciento de los 8 mil millones de humanos que habitamos el planeta a inyectarse, además que tendría que estar disponible para todos también.

Lo más sencillo es cuidarnos y buscar que los demás se cuiden. Hay que recordar que esto se arreglará cuando los contagios estén mejor controlados. Mientras esto pasa, no queda más que cuidarse y cuidar a nuestras familias.