Dice la frase más recordada de la cinta de 1995, dos veces ganadora del Óscar, “Los Sospechosos Comunes”, que "El mejor truco del diablofue convencer al mundo de que no existía".

En el caso de la cinta el “diablo” es el mafioso Keyser Söze, un personaje que en la historia adquiere características míticas y que en la vuelta de tuerca final de la historia se descubre como el aparentemente inofensivo “Verbal” Kint, personaje que, por cierto, le dio el Premio de la Academia como mejor actor de reparto a Kevin Spacey.

En el caso del PRI y las elecciones presidenciales del pasado 1 de julio, su mejor truco fue el de convencer a muchos que la compra masiva de votos, el emplazamiento desleal de EPN en medios masivos, el despilfarro de dinero y los recursos de procedencia ilícita en la campaña presidencial, no existieron.

Para esto contará con la complicidad de medios masivos como Televisa y Milenio, además de las penosas autoridades electorales del país, esas que tienen el descaro de multar al PRI por apenas 6 mil pesos por las irregularidades en su precampaña (supongo que poco les importó a dichas instituciones la larga precampaña de 6 años de Enrique Peña Nieto).

Luego entonces, para aquellos ciudadanos e instituciones a las que convenció el “diablo”, las tarjetas Monex que regaló el PRI no existieron, las tarjetas Soriana que también regaló el PRI no existieron, las tarjetas de teléfono con la imagen de EPN distribuidas a raudales tampoco existieron y las elecciones del pasado julio fueron más limpias e impolutas que una virgen cantándole a las aves y a las flores. Que decir.

Postdata: sin embargo el “diablo” (que más sabe por viejo, que por diablo) no se quedará cruzado de brazos: ya ha comenzado a cubrir las huellas del operativo para imponer a EPN como presidente, comenzando por el tipo que se jactó de ser el “creador” del político mexiquense, Alejandro Quintero.

No nos extrañe si en los próximos meses comiencen los reacomodos, renuncias, transferencias y hasta “enfermedades” de personajes clave en Soriana, Monex, Milenio y otras empresas involucradas en el operativo para imponer a Enrique Peña Nieto en el poder.