A un año de este penoso evento no hay autoridad que pueda componer la situación al lado más justo y noble. ¿Dónde están la Comisión de Derechos Humanos, el Colegio Médico de Quintana Roo, las asociaciones de cirugía estética, la comisión de arbitraje médico, además de las autoridades ministeriales?

Si bien Cancún es un polo de desarrollo que desde hace 40 años atrae un sin número de personas en busca de trabajo y de fincar su vida, también atrae alimañas y personas sin escrúpulos, arribistas, oportunistas que de la buena fe de las familias se aprovechan para sus fines personales, comodidad, propiedades, autos, dinero, todo lo material que puedan allegarse.

A continuación les transcribo la narración de los hechos textual de mi amigo Rubén Durán Cachón  pediatra y vecino de muchos años en Cancún.

 ?La licenciada  en derecho corporativo Alejandra Cardós Fuentes, hija de mi esposa Elsa Fuentes Aguilar, egresada de la Universidad La Salle de Cancùn hasta hace poco más de un año era una mujer de 36 años, con una vida independiente y próspera ya que compró su propio departamento en una zona residencial  poseía dos vehículos -un BMW y una camioneta Gran Cheroke Laredo de lujo del año- por sus propios medios antes de conocer a Aarón Uriarte.

 

  Tuvo la desgracia de conocer al Dr. Aarón Uriarte Vázquez procedente del DF, un médico general que dice tomó un curso de medicina estética de algunos meses y puso un consultorio en Cancún, al que acudía una vez a la semana, del cual se hizo novia.

 

   Aarón viajaba a Cancún hospedándose en un departamento cercano al de Alejandra que rentaba junto con otros compañeros estudiantes de medicina  y en noviembre  del 2011  Alejandra empezó a hospedarlo  en su departamento, y en varias ocasiones le aplicaba tratamientos de botox, colágeno que realmente una mujer de 36 años no necesitaba, utilizándola como conejillo de indias.

El día 27 de agosto de 2013 recibimos una llamada de Aarón Uriarte, como a las 12 de la noche, diciéndonos que Alejandra estaba ingresada en el Hospital Galenia de Cancún por haber sufrido un estado de choque hipovolémico y paro cardíaco después de aplicarle lidocaína en los muslos con el fin de quitarle la celulitis.

Es importante señalar que estos procedimientos médicos deben realizarse en un consultorio médico, o en un hospital, en donde se cuente con una enfermera y un carro rojo (botiquín de primeros auxilios para revertir los efectos adversos de cualquier tratamiento) de lo carecía en el departamento de Alejandra.

Según los dichos de  Aarón, trató de bajarla del primer piso donde se encontraba, pero no pudo cargarla, por lo que pidió ayuda al vigilante del condominio, y fue llevada a la camioneta de Alejandra,  en el asiento del copiloto en posición sentada (lo que es contrario a los procedimientos médicos, ya que a una persona en estado de choque se le debe mantener acostada).

 

 Alejandra llegó sin vida al hospital Galenia de Cancún, donde fue reanimada con ventilación asistida, medicamentos y tres aplicaciones del desfibrilador. Se le dio el tratamiento de sedación inducida, pero a causa del tiempo transcurrido con hipoxia cerebral sufrió daño permanente de la corteza y la sustancia blanca del cerebro de manera irreversible, o sea quedó en estado vegetativo.

 

  El 12 de septiembre, aduciendo ser su esposo, sin permiso de sus padres, el Dr. Aarón se la lleva a la ciudad de México internándola en el hospital Sedna. Su mamá Elsa Fuentes viendo que se la llevan prácticamente se aferra a viajar con ella en la ambulancia aérea, a pesar de la negativa del Dr. Aarón, pero el piloto le concede un espacio.

Su mamá se queda de guardia las 24 horas del día pendiente de su hija, y solicita al administrador de hospital que se la dé alta para llevarla al Hospital de Neurología, lo cual se le niega que por ser viernes, y que ya estaban cerradas las oficinas. Casualmente ese día, la mamá de Aarón le dice a mi esposa: ?no te quedes hoy, estás muy cansada, nosotros nos quedamos?.

 

  Al día siguiente, cuando llega mi esposa al hospital, recibe la mala noticia que desde la noche anterior, el Dr. Aarón y sus padres, a  la medianoche, se la llevaron a su domicilio en Xochimilco.

Su madre, Elsa fuentes, y un servidor, fuimos a la casa de los padres de Aarón para ver a nuestra hija, con la sorpresa de que salió la madre de Aarón, Clara Edisa Vázquez Dueñas, gritándonos de manera histérica:  ?¡Fuera mi casa Elsa, aquí no eres bienvenida por las trastadas que las estás haciendo a mi hijo!?.  (En relación a la denuncia interpuesta, por lesiones graves y robo de vehículos, ya  que Aarón se ha posesionado de los dos vehículos de nuestra hija   Alejandra Cardós y de su departamento alegando falsamente ser su esposo o concubino).

Y hasta ahora, después de un año de los hechos, seguimos sin tener a nuestra hija y las autoridades parecen dormidas ante este proceso.

Cabe añadir, que legalmente ante la fe de una Notaría Pública a Elsa María Fuentes Aguilar y a Pedro Cardós Cahún se les ha concedido la tutoría de Alejandra Cardós Fuentes porque Alejandra se encuentra en estado de interdicción?.

 Hasta aquí la narración de Rubén A. Durán Cachón muy cerca a una novela surrealista donde un país sin leyes y unas autoridades indiferentes hacen que lo más absurdo pueda ocurrir con ciudadanos que nacieron y crecieron en ese país y ahora se convierten en maestros de la delincuencia de cuello blanco con título profesional y toda la cosa ?diría mi abuela-.

En el texto hay varios delitos concatenados que se configuran por la impunidad y ambición del novio  de los padres de Ale pero no se vale, ojalá podamos erradicar conductas así.  Ojalá las comisiones de derechos humanos hicieran menos política y defendieran más a ciudadanos ejemplares como la familia Cardós y Durán Cachón; y no sólo defendieran a delincuentes reincidentes para que no sean mal tratados en las cárceles. Pero es mucho pedir en un país de cabeza.

Para conocer màs del caso: dr_rubenduran@hotmail.com en www.twitter.com  #PorAleCardos  @AleCardos  y si deseas ayudar cualquier apoyo es bienvenido.

La imagen de Aarón Uriarte Vázquez cuando intentó despojar del departamento a la familia Cardós, detenido en Cancún: