De acuerdo a la teoría económica, desarrollada en la antigua Grecia por el filósofo Jenofonte en su diálogo socrático dice, “la riqueza ni se distribuye, ni se destruye, solo se genera”.

Dicen las estadísticas del G20 que la riqueza de los 20 países corresponde al 85% de la riqueza en el mundo, pero solo cinco de esos países, Estados Unidos, Canadá, Arabia Saudita, Francia y Alemania están en la lista de los veinte principales países en cuanto a su PIB per cápita en el mundo, es decir 15 países que no son de los más ricos e industrializados en el mundo, tienen un mejor ingreso per cápita en el mundo que quince de los países más ricos e industrializados del mundo o visto de un forma más drástica solo cinco países de los más industrializados en el mundo tienen un mejor ingreso por persona.

El promedio de ingreso de los veinte países con mejor ingreso per cápita en el mundo es de 62 mil dólares al año, más de un millón doscientos mil pesos al año, aproximadamente 104 mil pesos mensuales, mientras que México que sí es parte del G20 tiene un ingreso per cápita de 9,870 dólares al año, alrededor de 197, 400.00 pesos al año, poco más de 16 mil pesos al mes. La diferencia entre recibir más de 104 mil pesos al mes a recibir 16 mil es enorme, significa un mundo de vida totalmente diferente.

Pero el ingreso no corresponde a la repartición de los recursos, no corresponden a la distribución de la riqueza, corresponden a la generación de la riqueza, la riqueza no se distribuye, se genera. Este es uno de los tipos de problemas existenciales en la economía, como la llegada en primer lugar del huevo o la gallina, ¿por qué generar y no distribuir? Para tal efecto debemos de entender que cada quien tiene su función, digamos que el gobierno en pocas ocasiones genera ingresos, el gobierno recauda impuestos y estos los debe de utilizar para la buena administración de los recursos de un país.

Las empresas son las que generan los ingresos y le pagan impuestos al gobierno, mientras más empresas se crean, más generación de ingresos, más impuestos pagados, si el gobierno recibe más impuestos, más servicios puede ofrecer al pueblo bueno y sabio, como pueden ser calles, puentes, agua potable, luz, internet, etc. Si hay más empresas, se generan más empleos, al crear más empresas, se provoca más competencia, lo que beneficia al pueblo bueno y sabio con mayor calidad, en productos y servicios y mejores precios, necesariamente al existir la competencia leal, se genera una economía mayor, los sueldos crecen, los empleados se ven beneficiados.

Todas las actividades económicas legales del país necesariamente tienen que ver con un gobierno, ya sea por la recaudación de impuestos o además por la concesión de servicios o productos, como se dio en la reforma energética, el gobierno concesionó pozos petroleros en aguas profundas en donde el gobierno por su limitada capacidad tecnológica y económica no podía intervenir y explotar esos pozos, se le otorgaron a inversionistas que cuentan con el capital suficiente para contratar la infraestructura necesaria y poder extraer el petróleo, trabajo que se lleva mínimo cinco años para poder sacar el primer barril de petróleo, mientras ya se arriesgaron recursos durante cinco años sin recibir nada a cambio, aparte de maquinaria y equipo, sueldos y gastos, a partir de que empieza a extraer petróleo es que empieza a recuperar sus cinco años de inversión, ya que le corresponde un porcentaje del 12 al 15% de la utilidad de cada barril de petróleo, mientras que al gobierno le corresponde el otro 85%, solo por haber organizado una licitación y asignar un ganador, claro que lo más importante no es la inversión, es el producto lo que más importa y si hay alguien que quiera arriesgar su dinero, adelante, por eso es que se diseñó la reforma energética, porque antes las empresas excepto PEMEX, no podía participar en la exploración y producción del crudo.

La riqueza de un país no se puede repartir en partes iguales entre el pueblo sabio y bueno, porque no cuentan con recursos para poder desarrollar ese tipo de actividades económicas que generaría más riqueza, pero si cuenta con conocimientos para asesorar al inversionista en la extracción del petróleo, sin que tenga que arriesgar un recurso que no tiene. Es decir, digamos que México tiene riquezas brutas pero para sacarles provecho hay que convertirlas en riquezas netas, mientras más inversionistas participen en las actividades económicas, más empleos se generan, más economía se genera, más impuestos se recaudan y así sucesivamente.

Por ejemplo, si hay minas y no las concesionan argumentando la falacia de que las riquezas son de los mexicanos y no de empresas explotadoras, pues no produces nada, simplemente ahí están y nadie las puede disfrutar, podrá haber una mina con miles de toneladas de oro, pero si no se extrae ese oro, no vale nada. Pero si el gobierno las concesiona exigiendo lo que por derecho le corresponde, por ser el dueño de la mina, habrá inversionistas que se quieran arriesgar, como en la reforma energética, el ejemplo de la reforma energética es muy preciso, al idioma “mexicano” de llevarme 85 centavos de cada dólar a no llevarse nada, pus mejor se lleva 85 centavos, total no tuvo que hacer nada, excepto una licitación.

Don Julio, hablemos de política

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