El abandono en que se encuentra ahora la candidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, tiene muchos rasgos similares a los que perfilan el destino en el siguiente sexenio de la lidereza magisterial Elba Esther Gordillo.

Vázquez Mota va en caída libre.

Los calderonistas “hacen como que la apoyan”. Pero sus actos son muy diferentes a sus dichos. Ernesto Cordero, por ejemplo, no tiene el menor interés en diseñar un proyecto hacendario para una candidata que está muerta antes de competir en las urnas y nunca será gobierno.

Está el caso de Francisco Ramírez Acuña que ya se fue a España a disfrutar un exilio dorado durante unos meses en España, en lo que es relevado por la gente que Enrique Peña Nieto, inminente ganador en los comicios del 1 de julio próximo, designe un nuevo titular de Relaciones Exteriores y con ello iniciará la limpia de embajadores panistas.

Vásquez Mota no levanta, como en su momento le ocurrió en el Estado de México a Luis Felipe Bravo Mena. Y lo más grave, no se ve que pueda reponer el terreno perdido, que es muy grande, ante Peña Nieto, y ahora hasta con López Obrador.

Su destino, de no ocurrir un evento de proporciones impensadas que cambiaran el escenario de predicciones electorales que existe hoy y se proyecta a l0os comicios de Julio, es sufrir una defenestración política similar a la padeció en su momento el tramposo de Roberto Madrazo.

Por su parte Elba Esther Gordillo se ve afectada, tanto o más que Vázquez Mota, en su ya muy precaria salud.

Como un canto del cisne la cacique del magisterio el pasado día del Maestro, se lanzó contra la candidata presidencial del PAN calificándola de frustrada y perdedora. Entre otras linduras que le mandó decir por conducto del presidente Calderón, que la escuchó, y del inopinable y desvergozado secretario del ramo José Angel Córdoba Villalobos.

Gordillo ya no será la misma, ni física ni políticamente, en el sexenio que viene, que fue con Vicente Fox, Martha Sahagún, Felipe Calderón y Alonso Lujambio.

Su estrella declina rápidamente.

Ya no le pagarán con el ISSSTE, la Lotería, el CONACULTA o las subsecretaría claves de la SEP. La relación con el nuevo gobierno tendrá que ser, si se quiere mantener la credibilidad y confianza de los electores que lleven al triunfo al que será el nuevo mandatario, con unas reglas transparentes y una rendición de cuentas del sindicato puntual y sin tapaderas a corrupciones.

Así se escribe la historia.

La episódica andanza de Josefina como candidata presidencial dejará al PAN, y sobre todo a los que hicieron gobierno los últimos doce años, en tesitura de ser enjuiciados y sin autoridad moral alguna.

Gordillo por su parte llega al final de un largo ciclo en donde fue señora de horca y cuchillo, no solo para los inermes maestros y trabajadores del magisterio mexicano. Sino también para muchos políticos bisoños a quienes engaño con su perversidad, sobre todo durante el docenato panista.

Al tiempo.