Tal y fue previsto, tras los festejos de las Navidades, Año Nuevo y Reyes Magos, ante la indolencia de muchos ciudadanos y frente a la ineficacia de las autoridades, México alcanzará probablemente, entre el 10 y 20 de enero, el mayor pico de contagios desde el inicio de la pandemia. Hemos rebasado, con información actualizada del día de ayer, el millón y medio de contagiados.

Aunado a ello, la Secretaría de Salud del estado de Tamaulipas reportó ayer el caso de un paciente enfermo de la nueva cepa del coronavirus, aquella surgida en una localidad al sur del Inglaterra, luego expandida al resto del Reino Unido, de Europa, y ahora ha llegado a las Américas. Según ha sido anunciado por la OMS y demás organizaciones, esta variante del SARS-CoV-2 es significativamente más contagiosa.

Sin embargo, a la luz de las primeras experimentaciones, podría resultar menos letal que la cepa original; quizá derivado -así especulan- de la transformación del virus en un patógeno más benévolo con el cuerpo humano, ya que la transmisión ha sido entre nosotros, y no así a partir del contacto con un animal contagiado, tal y como fue al inicio del brote del nuevo coronavirus en Wuhan, China.

Desafortunadamente, según la dependencia estatal, el hombre infectado continúa intubado en un hospital privado en Matamoros, Tamaulipas. 

Origen de la nueva cepa de Coronavirus 

El nuevo “caso cero” del turista internacional, probablemente infectado en Europa, podría representar la reproducción de los primeros casos reportados en México de aquellos connacionales que vacacionaron en Vail, Colorado en marzo del año pasado, donde presuntamente fueron infectados luego de un concurso internacional de esquí tras haber estado en contacto con turistas italianos. El lector recordará la lamentable muerte de Jaime Ruiz Sacristán, presidente del Consejo de Administración de la Bolsa Mexicana de Valores.

De igual manera, epidemiólogos dudan aún en torno a la eficacia de las vacunas contra la nueva cepa. Pareciera que sí que evitan el desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, como todo lo relacionado con el coronavirus, la información es ambigua, y deja espacios para la especulación, tanto en la comunidad científica como en la población en general.

Confiemos en la eficacia de las vacunas

México está en la antesala de la pesadilla que vive hoy el Reino Unido, con un virus más contagioso, confinamientos más estrictos, mayores afectaciones económicas; y todo lo anterior a mediados del mes de enero, cuando el frío en el hemisferio norte azota inclementemente, y obliga a los ciudadanos a refugiarse en sus hogares. Lamentablemente, nuestras debilidades estructurales nos hacen mucho más vulnerables.

Lo que viene no será fácil. Será quizá el inicio de año más duro jamás visto por muchas generaciones. Confiemos en la eficacia de las vacunas y en la capacidad de las autoridades del Estado mexicano de hacerlas llegar a un gran número de mexicanos en el menor tiempo posible.