Hace poco más de un mes publiqué:

1.- “Todo secuestro o intento de secuestro, porque atenta contra la libertad, es ruin. Ninguna causa lo justifica. Calificar de ‘valientes jóvenes’ a los guerrilleros que quisieron plagiar al empresario regio, Eugenio Garza Sada, es una apología de la violencia, por tanto, es inadmisible –sea uno de derecha o de izquierda. Es inadmisible.”

2.- “En su acepción clásica, ‘valiente’ es el que no tiene miedo y quienes participaron, no en la muerte, en el asesinato de Garza Sada, sí tenían miedo. Como escritor en redes sociales, (Pedro) Salmerón es un fiasco; como historiador, un fraude.”

3.- “Concedamos que no lo quisieran matar, pero lo pensaban secuestrar, lo cual es ruin y cobarde. ‘…jóvenes que vieron cerradas todas las vías pacíficas de transformación’. Ajá. ¿Cuántos participaron en la guerrilla? Ahora abuelos, la generación de jóvenes de los setentas, ¿optó masivamente por la violencia?”

4.- “Andrés Manuel López Obrador tendría en 1973, cuando ocurrió el asesinato de Eugenio, unos 20 años. ¿Vio cerradas las vías pacíficas de transformación? No. Tan es así que ahora es presidente constitucional de nuestra república…”

Ayer en Nuevo León, el Congreso del Estado le rindió un homenaje a Eugenio Garza Sada con un altar de muertos. Entre los asistentes se encontraba su hijo, David Garza Lagüera. El vástago también fue explícito en sus calificativos.

1.- “Pues mira, lo mínimo es que están locos, fueron jóvenes idealistas. Todos ustedes, yo mismo, fuimos idealistas, pero ubicados, no chiflados y loquitos, cobardísimos.”

2.- “Pues yo te la volteo, ¿tú qué opinas de ellos?, yo, yo opino así, verdad, pues de que son chiflados, cobardes, locos, desubicados y pues qué más de digo.”

3.- “No sólo como hijo, como neoleonés, me siento muy orgulloso de ese ejemplo que nos dejó, que a veces nos quedan demasiado grandes los zapatos a los hijos, pero siempre continuaremos intentando cumplir con lo que él esperaba de sus hijos y del pueblo.”

¿Era necesario este homenaje desde la representación popular de los diputados? No. Lo dicho en otra columna, el Congreso de Nuevo León sigue siendo cautivo de los poderes fácticos de Monterrey… y les agrada.