En estos días fue anunciada una de las iniciativas que quizá para algunos no represente en el papel un esquema dominante o mediático, pero en términos sociales, es una propuesta que naturalmente toma en consideración los peligros a los que somos susceptibles ante los fenómenos; se trata de un marco que busca poner mayor énfasis en las medidas y amenazas, asimismo, riesgos de devastaciones ocasionados por el apercibimiento latente del tiempo real de nuestro medio ambiente. Esta iniciativa de planificación, fue considerada por los presidentes de las comisiones de Gobernación del senado que encabeza Cristóbal Arias Solís, de igual forma, por Nancy Claudia Reséndiz quien preside la cartera de Protección Civil y Prevención de Desastres Naturales de la Cámara de Diputados.

Basta recordar que históricamente somos una Nación que a consecuencia del rubro climático y, el impacto que hemos tenido porque en varias demarcaciones de nuestro territorio, existen espacios que son latentes para epicentros de sismos; lo que ha ocasionado daños no solo materiales, sino pérdidas humanas ante las afectaciones por la magnitud del fenómeno. Por ello, tiene una lógica evidentemente humanista, económica, cultural y social a fin de atender las prioridades que aquejan y por supuesto preocupan frecuentemente a los diversos sectores, sobre todo aquellos que viven en zonas donde el tema meteorológico, juega en ocasiones un papel preponderante; asimismo, la prioridad fundamentalmente se sustenta en inundaciones que también han azotado al país.

Si bien lo anterior es valioso, hay que subrayar que una vez que este proyecto aterrice, los mecanismos y las directrices a construir una dirección que trabaje paralelamente con las organizaciones sociales que tienen gran experiencia y bagaje en esta temática, se fortalecerá todos aquellos instrumentos que brinden las condiciones necesarias para facilitar, prevenir, crear fondos de atención en caso de contingencia, y formen parte inherente de las políticas públicas de nuestro país, en el próximo ejercicio.

En términos reales, me parece una de las políticas e iniciativas más atinadas, ya que en los últimos años, hemos sido testigos de los efectos y la recuperación de las distintas zonas, por tanto en ocasiones no existía un plan operativo que aportara integralmente un abanico extenso en casos en que se requiere ineludiblemente una atención temprana, oportuna y eficaz. Solo es preciso recuperar aquellos escenarios donde el clima resultó, y ha resultado complejo porque los eventos naturales de gran magnitud impactaron profundamente; podemos mencionar la remembranza del histórico 19 de septiembre, una fecha que para muchos mexicanos, será un retrato inolvidable. Y de ahí, un sinnúmero de hechos que hacen evidente y prioritaria, modificar leyes que ponderen la incorporación ante las amenazas y dinámicas que apliquen en una cultura de situaciones que representan consecuencias por estos temas.

Todo lo que sea humanamente prioritario, se debe calificar como una acción con el propósito de focalizar el apoyo de los distintos órdenes de gobierno, ponderando una cooperación porque las situaciones y hechos imponderables son a veces difíciles de descifrar. Esta propuesta requiere caminar por una dirección donde ambos espacios legislativos determinen el sentido de concebir leyes que atienda adecuadamente el uso de un esquema económico, social, y político que naturalmente involucra en absoluto al territorio ante la susceptibilidad latente de un fenómeno natural.

Esta dinámica instrumenta una ruta que canaliza aquellas regiones y espacios donde evidentemente hay una factibilidad y una condición geográfica a que ese esquema sea obviamente obligado a construir un marco legal para atender estas situaciones. El Senado a través del trabajo paralelo de la Comisión de Gobernación lo está realizando. Aquí conjuntamente va implícito un proyecto que claramente considera un presupuesto económico a fin de esmerarse y prever la vulnerabilidad que es producida por el deterioro ambiental, terrestre, natural, y la amenaza sísmica que ha dejado consecuencias y desastres.

En este contexto, también es posible hablar de otra temática que beneficie a los sectores sociales, sobre todo aquellos donde el comportamiento natural, juega a veces un papel geográfico atípico. Estas propuestas bienvenidas y, merecen el empuje inexorable de ambas cámaras del ejecutivo para su análisis, discusión y aprobación.

Nos vemos pronto.