“Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer: Estamos en una transición”

AMLO

Señor Sicilia, es realmente extraño de su parte mostrar tal confusión al haber insinuado que el pueblo debe despertar, haber escrito que éste debe “sentar al nuevo gobierno” y “obligar, más que exigir” al presidente AMLO, a luchar por “la verdad, la paz, la justicia y la dignidad”. Le informo a usted, quien aprovecha la terrible matanza de la familia Le Baron para saltar a la tribuna con un ataque sin sustento e inocuo--ante tanta obviedad--asegurando que AMLO “traicionó la política de paz que prometió”, como si hubiese sido él en lo particular, directo provocador de dicho incidente, o de la violencia en general, actuando usted parecido a los grupos conservadores.

Me pregunto si ha permanecido ajeno a los esfuerzos, a los obvios logros obtenidos en once meses por la 4T y al hecho de que tanto la comunidad nacional como la internacional está presenciando la inédita transparencia, la determinante implementación de todo el respaldo federal para que llegue a México la paz y la justicia que usted y todos los mexicanos deseamos, que se erradique la añeja costumbre de corromperse, causante mayor de violencia en nuestro territorio. O, ¿usted sabe de algún otro gobierno anterior que hubiese llevado a cabo esta misión sin tregua hacia la conquista de la paz, la justicia y la dignidad? Lo dudo.

No se aporta nada bueno con opiniones distorsionadas, sino más bien se obstruye el camino hacia la anhelada paz al asegurar lo que no es, lo que no es real, aunque real sea su propio respetable sentir y muy real también es el sufrimiento tanto de nuestro sensible presidente como de todos los mexicanos al conocer ésta horrible masacre a manos de criminales organizados, que le aseguro a usted se investigará a fondo enérgicamente, se perseguirá la verdad sin simulación u ocultamiento, lo que siempre habíamos padecido. Su visión de las acciones del gobierno de AMLO, su criterio que no se ajusta a la realidad, no es compartido por el pueblo de México que a diferencia de usted—y otros— sí apoya con paciencia y esperanza la política de paz y justicia que se ha iniciado, que ya nos ha comprobado AMLO en sólo once meses que no cejará hasta lograr la desarticulación de la violencia con inteligencia y otras estrategias que sean efectivas, como el controlar exitosamente el tráfico de armamento hacia México en la frontera norte.

“Lo viejo no acaba de morir, lo nuevo no acaba de nacer. Estamos en una transición.” Esta frase acuñada por el presidente de la república en el informativo público de esta mañana es exacta, cierta, y describe con puntualidad la situación actual. Debería usted señor Sicilia—y otros-- reflexionar en ella, en virtud de la transformación hacia la paz por la que usted mismo aboga, hacia tranquilizar las calles, la implementación de la seguridad civil. La 4T aplica una política muy distinta a la que prevaleció durante 36 años, porque la que se nos aplicó en esos años fue un fracaso para el pueblo, causó una imparable sangría, empobrecimiento, enriqueciendo sólo a unos cuántos, con base en la rampante corrupción, abusos y rapiña inmoral vivida por nuestra generación en los diferentes ámbitos de la vida pública.

En sólo once meses, la administración actual ha ido sentando las bases para evolucionar con éxito hacia la nueva alternativa de nación mexicana, democrática, justa, rica en recursos propios, pacífica, humana. En cerca de dos años quedará encaminada esta transformación, estas nuevas políticas de paz y desarrollo económico, quedando establecido en la Constitución un Estado de Bienestar que será imposible de dar marcha atrás, pues seremos los propios ciudadanos quienes lo impediremos. Un estado de bienestar en el que las sucias mañas del pasado han sido constitucionalmente abolidas con la apropiada legislación. Se confunde usted, señor Sicilia, escucha los cantos de las sirenas. La justicia está en marcha y la paz, llegará. Le aseguro estamos más cerca de ella de lo que hemos estado, dado al enfoque de profesionalidad y compromiso aunado a la inquebrantable voluntad hacia la paz mostrada por la 4T.