Feliz día de cumpleaños señor presidente. De parte de aquellos y aquellas mexicanas que existimos en rancherías y poblados del México profundo aprovechamos para darle las gracias por el esfuerzo incondicional en el que usted y su equipo se han embarcado sin tregua ni temor avalados por la autoridad moral que poseen, para enderezar el Estado chueco que padecimos por generaciones sobre el territorio nacional.

No se ocupe usted señor presidente con las constantes patadas de ahogado que da la oposición, ya que el pueblo humanitario de México cuidaremos con dedicación la proyección a futuro con éxito de la cuarta transformación en nuestra historia. No lo dejaremos solo. Los reaccionarios opuestos a esta gran transformación ya encaminada, seguirán buscando qué pueden tergiversar, cómo pueden atacarla mintiéndole a sus escuchas o lectores; de qué se puede hablar u opinar negativamente en su contra especulando a tutiplén por medio de tendenciosos escritos sobre supuestas catástrofes financieras o sociales provocadas por decisiones que se van tomando en el camino andado a pulso, por la 4T. Que le sigan, que como ya los conocemos no creemos en sus ácidas premoniciones.

Intentan con desesperación notoria, sin éxito, desestabilizar al gobierno electo por su pueblo. Anhelan a rabiar recuperar el poder monopólico que ostentaron e inventan situaciones, reitero, tanto de caos económico por venir, como acusaciones sin sustento de utilizar la vieja maña de las cortinas de humo para distraer la atención o para eludir responsabilidades como solía pasar antes. Dan pena cuando uno los lee, se quedaron pegados al pasado los supuestos analistas profesionales. Permanecen cegados por la soberbia porque no notan que las antiguas prácticas han sido abolidas, porque no aceptan su equivocación, sino la continúan.

Hoy aprovechamos para felicitarlo con todo nuestro cariño y apoyo señor presidente por el bien que ha traído a los ciudadanos de la nación. También con orgullo nos felicitamos al pueblo de México por haberlo elegido para lograr el sueño conjunto de recuperar nuestro país de las mentes y manos insensatas que lo tenían secuestrado. Que provocaron más pobreza, más desigualdad, violencia e inseguridad. Que dilapidaron hasta saciarse de nuestros valiosos recursos naturales.

Hoy, está México produciendo un millón setecientos mil barriles diarios en Pemex. Vamos muy bien. La inversión tanto nacional como internacional en materia de infraestructura en sectores del comercio, comunicaciones y turismo se incrementa. El peso se ha fortalecido ante el dólar. El alza de las remesas de nuestros migrantes cuyo trabajo es altamente apreciado por pequeñas o grandes empresas extranjeras, inyecta capacidad al poder adquisitivo, a la par lo hace el avance de los programas sociales de asistencia a los más desprotegidos de la sociedad ya que como lo sabemos “por el bien de todos, primero los pobres”. Las finanzas de los más necesitados mejoran, suben sus salarios.

El gobierno de la 4T –este hecho duele a los ineptos neoliberales-- ha posicionado a México a nivel mundial como país líder en materia de diplomacia, de rectitud, de humanidad. Un gobierno ahora dedicado a limpiar la inmoralidad disimulada que persistió anquilosada tanto tiempo. AMLO y su equipo se presentan ante el mundo con la frente en alto. Con una nueva forma de gobernar en un México diferente, transparente, detonando el desarrollo e impulsando el empleo productor de riqueza compartida. Se perfila México para producir un crecimiento económico equiparado al desarrollo social, no desvinculado de él, como lo fue en gobiernos simuladores corruptos. Suena a un sueño, faltando aún un gran esfuerzo por concretar, pero vamos por buen camino señor presidente y juntos estamos llevando ese sueño a ser una realidad. Gracias y gracias, le enviamos desde esta selva, por su amor, apoyo y trabajo incondicional.